Procrastinas constantemente, eres perfeccionista y para todo hay una excusa, si te sientes identificada con estas descripciones debes estar atenta ante la posibilidad de un autosabotaje, ya que es un comportamiento más común de lo que parece y puede traer grandes consecuencias.
La idea de que nosotros mismos impidamos avanzar en determinados aspectos de nuestras vidas puede parecer una locura, pero la verdad es que esto ocurre con frecuencia y es necesario analizar la razón por la que actuamos así.
El autosabotaje se caracteriza por tener determinadas conductas que se hacen notorias especialmente cuando vienen grandes cambios en nuestras vidas. Según el portal Psicología Online, “estas conductas con automanipulaciones inconscientes impiden que ese gran cambio suceda”.
Según explica la página especializada, este comportamiento deriva de un mecanismo de autodefensa que alguna persona desarrollan para quedarse en su zona de confort, ya que es más previsible.
Ahora bien, el autosabotaje puede aparecer en uno o en varios ámbitos de la vida de una persona, lo que significa que puede ser en las relaciones de pareja, el ámbito familiar, trabajo u otros.
Estas son algunas señales de autosabotaje
Excusas constantes
Las personas que se autosabotean suelen poner excusas para cada uno de los pasos que deben dar. Solo ven el lado negativo de todo y los obstáculos parecen ser insuperables.
Es así como no encuentran los momentos para hacer determinadas cosas como avanzar en un proyecto.
Procrastinación
Se refiere a dejar todo para después, postergar todas las tareas y enfocar la energía en actividades que no son importantes. Aunque todas las personas hemos procrastinado en algún momento, cuando esto es constante, puede que exista una razón más compleja que el hecho de que no te guste esa tarea.
Perfeccionismo
Buscar un buen resultado en tus trabajos y proyectos es válido, pero sentir que algo nunca está terminado, puede ser una señal a la que debes estar atenta. Las personas perfeccionistas pueden llegar a nunca completar un proyecto por la idea de que no está terminado.
