Megan es una golden retriever que dejaron abandonada, amarrada al poste de una vía. Alguien la vio y decidió montarla en el carro y llevársela. Sabía de una amiga que estaba pasando por una situación difícil y decidió llevársela para que le hiciera compañía.
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El amor y la conexión entre Megan y su nueva dueña fue casi que inmediata. Ella logró superar sus miedos, tras pasar por el desagradable momento de un robo y la perra superaba también sus temores y frustraciones de haber sido abandonada.
Como esta historia hay muchas, el amor por las mascotas ya sean perros, gatos o cualquier otro animal es tan grande que acaban siendo uno más en la familia.
El amor que cura
Es tanto el amor y la conexión, que ya no solo eres tú quien cuida de él, sino que tu perro o tu gato también te aporta mucho a ti.
“La relación que desarrollamos con las mascotas es muy importante y muy valiosa, es diferente de la que tenemos con amigos o familiares y nos enriquece de otra manera, por otros canales”, explica el psicólogo español Félix Zaragoza, de Activa Psicología.
Uno de los test psicológico que realiza con frecuencia Zaragoza en su consulta es mostrar dos fotografías; en una de ellas aparece un hombre sentado en un sofá junto a un gato y en otra está el mismo hombre, pero sin gato.
Ante la pregunta “¿quién te parece mejor persona?” una amplísima mayoría de participantes responde que el hombre que aparece con el gato.
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Esa afirmación común de que el perro es el mejor amigo del hombre, es de las más auténticas y verdaderas. Para Zaragoza esa frase no es simple palabrería, pues destaca que una de las cosas que hacen más fuerte la relación animal-hombre es que “las mascotas no juzgan a sus dueños, sino que los aceptan y quieren tal cual son”.
“Por eso es tan especial el vínculo que desarrollamos con ellos. Por eso y porque nos permite tener ‘alguien’ con quien desahogar nuestras emociones, ‘alguien’ de quién preocuparnos y ‘alguien’ que nos acompaña y nos aprecia sin condiciones”, enfatiza.
Conexión innata
Según el científico Edward O. Wilson todos los seres humanos sentimos una conexión innata con todo ser viviente, sea humano, animal o planta.
Wilson desarrolló, la teoría de la biofilia y si se vive con un perro o gato es evidente que esta conexión sucede de forma espontánea.
“El vínculo que se crea es tal que podemos hablar de cariño y amor por los animales. Y no es de extrañar, ya que cuando estamos con ellos nuestro cerebro se siente feliz: está segregando oxitocina, la llamada “hormona de la felicidad”, que hace que sintamos menos estrés y nos sintamos mejor”.
Beneficios de tanto amor
Wilson habla de siete beneficios que proporciona tener mascotas para la salud:
- La calidad de vida aumenta, ya que el simple hecho de acariciarlo hace que te desestreses y, por tanto, te sientes mejor, más tranquilo y relajado.
- Mejora tu salud, gracias a los paseos y a su rutina de ejercicio. Salir cada día a caminar previene enfermedades cardiovasculares y, a la vez, mejora el tono muscular y fortalece los huesos.
- Te socializas, ya que puedes conocer gente nueva en el parque o en los lugares donde salgas a pasear.
- Te sientas mejor y acompañado en casa, ya que juegas con ellos, te diviertes, les cuidas.
- Te relacionas con ellos de forma respetuosa, por lo que consigues aumentar tu empatía, tu responsabilidad, tu capacidad de cuidar un ser vivo
- Te ríes más y la risa es sinónimo de salud y de bienestar. Esto ocurre porque al reír disminuye la presión sanguínea, lo que te aleja de vivir episodios de estrés.