La sororidad se entiende como la hermandad o alianza entre mujeres que derriba esos viejos estereotipos de competencia y que nos invita a ser más solidarias la una con la otra en todo sentido, incluyendo en términos de autoestima.
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Porque sí, como colectivo podemos hacer mucho no solo para fortalecer nuestro amor propio sino también para no destruir el de otra, ya que como seres humanos siempre tendremos influencia en los demás.
Formas en las que podemos cuidar la autoestima de otras mujeres
Evita criticar y opinar sobre el cuerpo de ellas
Según la psicóloga, Lucía Feito, citada en Vogue, “las cinco personas con las que más te relacionadas en tu día a día tienen un fuerte impacto en tu estado emocional y mental”, por lo que es importante procurar que nuestros aportes sean positivos.
Si siempre estás criticando a tu amiga por cómo viste, si tiene unos kilos más o menos, si toma ‘malas’ decisiones, es muy ‘tonta’, entre otros comentarios, eres parte del problema y no de la solución.
No la compares
En el mismo orden de ideas, las comparaciones solo generan inseguridades, complejos y distorsión de la imagen personal, haciendo sentir inferior a quien las protagoniza.
Por eso, aunque sientas que lo haces de manera ‘positiva’, evita poner a competir a esa mujer con alguien más. No es necesario que infundemos celos, envidias, rivalidades, infravaloraciones, entre otros.
¡Elógialas!
Es muy fácil centrarnos más en lo negativo que en lo positivo, así que cuando otra mujer esté pasando por una mala racha o simplemente porque así lo consideras, no está mal que resaltes lo positivo que hay en ellas, en especial, si vas más allá de lo físico.
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Su inteligencia, su sentido del humor, su tenacidad, lo inspiradora que resulta... Enfócate más en lo que puedes resaltar dentro de lo que la hace especial, eso sí, sin dejar de ser honesta.
“La sororidad fomenta que las mujeres seamos más solidarias entre nosotras, aludiendo a la unión y al respeto, y aceptando las diferencias individuales. Si conseguimos estar juntas dejaremos de lado la competición, la crítica, el juicio y la desvalorización, que son los principales agentes que favorecen una baja autoestima. Solo permitiéndonos vernos vulnerables y aceptándonos como somos podemos buscar ayudar para fomentar recursos que nos ayuden a estar mejor”,
— expresó Feito en la misma charla.
Expresa cariño
Asimismo, no solo dile cosas positivas a una mujer cuando lo necesite, sino también exprésale lo que sientes por ella o pasa tiempo de calidad a su lado. Las relaciones interpersonales sanas fortalecen el autoestima y nos hacen felices, dicho por la ciencia.
Normaliza el error
Por último, otra de las formas en las que podemos cuidar la autoestima de las demás mujeres es haciéndoles saber que si se equivocan no es el fin de mundo. Que somos seres humanos y todos fallamos, pero lo que la define es la capacidad para levantarse y seguir intentando.
En un mundo lleno de ansiedad, estrés y tanta presión social, hablar de esas vulnerabilidades son recursos necesarios para contribuir a la salud mental de los demás.