El kiwi es considerado una de las frutas más beneficiosas por su valor nutricional y sus propiedades. Su sabor dulce con un toque amargo la hacen un manjar de los dioses.
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Lo que muchos no saben es que la mayor parte de sus vitaminas y nutrientes están en algo que desechamos cuando la consumimos, la piel.
Su piel es tan comestible como la carne que contiene en su interior. De hecho, las propiedades de esta fruta pasan por aprovechar también esta parte.
Pero muchos se niegan a comerla porque consideran que los pelitos que tiene suponen problemas para la salud o son desagradables al consumirlo.
Pero resulta que no es así, así que para consumirla el mejor remedio es lavar bien la fruta y luego frotarla con un paño suave delicadamente para lograr una piel más suave.
Comerte la piel del kiwi es totalmente natural, recomendable y no supone ningún problema de salud.
Beneficios de la piel
En la piel vamos a encontrar una gran cantidad de beneficios que es una pena desperdiciar y aquí le presentamos alguno de ellos para que más nunca la deseche:
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Regula la presión arterial y las funciones vasculares
La alta concentración de potasio que contiene la piel del kiwi, ayuda a controlar la presión arterial y a prevenir dolencias de origen vascular.
Tiene funciones antialergénicas y antiinflamatorias
Su gran cantidad de flavonoides, la sustancia química responsable de ese color tan intenso característico del kiwi, ayuda a prevenir todo tipo de alergias y a aliviar procesos inflamatorios.
Mejora y potencia nuestra salud cardiovascular
El ácido alfalinolénico y el Omega-3 presentes en la piel protegen y estimulan el correcto funcionamiento de nuestro sistema cardiovascular y circulatorio.
Mejora la visión
La piel es rica en vitaminas A, B y C, la que nos ayuda ayudarán a mantener nuestros ojos saludables y a evitar la pérdida de visión causada por la edad.
Es un complemento ideal para los bebés
La piel, bien triturada, es un alimento extremadamente recomendable para el consumo de niños pequeños.
Su gran cantidad de vitaminas favorecerá su desarrollo y prevendrá muchos de los problemas digestivos asociados a la infancia.
