Hay personas ‘adictas’ u obsesionadas por tener pareja. Estas son aquellas a las que no les gusta pasar periodos solos, pasando de un romance al otro, o las que hacen hasta lo imposible por permanecer en un noviazgo. Esto, es en realidad, dependencia emocional.
Según algunos psicólogos, la adicción al amor se da cuando existe un comportamiento obsesivo por mantener una relación de pareja. Entre algunos de sus rasgos más significativos destaca que hay una especie de angustia cuando acaba un vínculo.
Y no porque duele, porque lo vaya a extrañar o porque todavía lo ame, sino porque la idea de estar solos y tener que enfrentarse a sus demonios los aterra inconscientemente.
Es ahí cuando buscan desesperadamente comenzar una nueva relación o se aferran a la otra persona para que no se aleje, demostrando dependencia aunque la relación sea nociva para el individuo.
¿Por qué podemos llegar a desarrollar dependencia emocional?
De acuerdo con la experta, Marta Martínez, citada por Telva “existe un mandato social, una creencia implícita, que asocia el tener pareja con tener más éxitos, ser más válido o ser más deseable. Entonces, quizás no exista una adicción al amor como tal, sino que entendemos que necesitamos el amor para ser valiosos, y tal vez eso es lo que nos lleva a buscar el amor desesperadamente”.
Mucho más profundas y específicas son las raíces que se empiezan a gestar desde la infancia, ya que la relación que tenemos con nuestros padres marca cómo serán nuestras actitudes en el plano amoroso años después.
Y es que para muchos, ese sentimiento de soledad los hace sentirse vulnerables, pero los especialistas señalan que este no necesariamente está relacionado a la soledad física, sino que parte desde problemas en el interior.
Por esta razón, “es importante deconstruir esas creencias que asocian el tener pareja como casi la única vía para la felicidad”. Asimismo, entender que es más importante reforzar la autoestima para no depender de tener una pareja si queremos sentirnos bien.