El acoso es una realidad y es peligroso, por eso, los adultos debemos estar atentos a los cambios de comportamiento de nuestros hijos. Existen algunas señales con las que los adultos podemos determinar si un niño es víctima de bullying.
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Cada día salen más a la luz trágicos sucesos de jóvenes como víctimas de bullying, por lo que este tema es necesario de tocar y evaluar constantemente.
En muchas ocasiones puede ser difícil saber si un niño es víctima de acoso, pues es común que los pequeños guarden silencio sobre los malos momentos que viven dentro de sus diferentes contextos.
De esta manera, es crucial que incentivamos la comunicación contante entre padres e hijos y, además, atendamos los diferentes cambios de comportamiento que vemos en los niños.
Quienes sufren de acoso suelen presentar algunos comportamientos que no son normales y que debemos atender y comprender para llegar al origen del asunto.
Por eso, es importante conocer estos datos que aquí te presentamos.
Señales que podrían indicar que tú hijos es víctima de bullying
Manifiesta descontento
Es muy importante que si tu hijo empieza a hablar de algún descontento en su vida, prestemos mucha atención y no subestimes sus palabras. El camino de la comunicación siempre debe estar abierto, ya que es una manera de que los pequeños aprendan a expresar sus emociones.
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No prestar atención, podría hacer que algo importante pase desapercibido para nosotros.
No quiere asistir a la escuela u otras actividades
Es común que los niños víctimas de bullying no deseen ir a la escuela o a otras actividades en las que participan, ya que temen vivir malas experiencias.
Pueden inventar enfermedades o simplemente llorar para no asistir. Trata de establecer una conversación y explicarle que juntos podrán encontrar una solución.
Se encuentra retraído
Que un niño se vuelva muy retraído de un momento a otro, puede indicar una mala experiencia y es importante buscar las maneras de entablar la comunicación.
Aunque el niño ya sea retraído, debemos estar atentos a los pequeños cambios que tengan dentro de su comportamiento habitual.
Cada vez está más irritable
La frustración puede causar cambios fuertes en el temperamento de un niño, de modo que podrías notar mayor reacción a momentos cotidianos. Un pequeño llamado de atención, podría convertirse en una batalla de gritos rápidamente cuando estas frustraciones y emociones reprimidas están presentes.
Ten paciencia y busca las maneras de entender qué ocurre, no invalides sus emociones ni sometas.
No quiere habla de su experiencia en el día
Evita a toda costa hablar de cómo le fue en la escuela y se muestra molesto ante las preguntas, porque es probable que quiera olvidar el acoso. Trata de hacer las preguntas adecuada y, aunque no debes presionarlo, intenta buscar el momento más adecuado para preguntar qué ocurre.