En este tiempo cuando las comparaciones están al alcance de un click, es muy fácil creerse imperfecto, insuficiente y fracasado.
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Las redes sociales nos restriegan nuestra humanidad a la cara, porque de puertas a dentro vemos puros errores y fallas en nuestras vidas.
Pero eso es en las de todos. No podría decir con certeza en qué momento el ser humano comenzó con la ambición de querer ser perfecto, cuando en realidad es algo irreal y que va en contra de su naturaleza.
Es ahí cuando empezaron a aparecer las inseguridades, los complejos y por supuesto, la ansiedad. Esta ha cruzado límites históricos y hoy nos tratamos con demasiada dureza cuando algo no nos sale como queríamos.
Por eso no es descabellado que para este 2022 un objetivo individual o colectivo sea aprender a tratarnos con amabilidad y cuidarnos mentalmente y emocionalmente.
La autocomprensión es el punto de partida
De acuerdo con un artículo de Telva donde citan a la doctora Kristin Neff, “tener compasión por uno mismo no es diferente a tener compasión por los demás. Significa ser comprensiva y amable cuando los demás fallan o cometen errores, en lugar de juzgarlos con dureza”.
“Cuando sientes compasión por otro (en lugar de mera lástima), significa que te das cuenta de que el sufrimiento y el fracaso son parte de la experiencia humana compartida”, por lo que hay que empezar a aplicarlo a nosotros mismos.
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“En lugar de juzgarte y criticarte sin piedad por tus carencias o deficiencias, la autocompasión te llevará a ser amable y comprensiva cuando cometas errores; después de todo, ¿quién dijo que teníamos que ser perfectas?”, agrega la experta.
No obstante, esto no significa evitar analizar qué hiciste mal y cómo ser poder mejor persona a diario, pero sí hacerlo desde el amor propio, ese que nos hace perdonarnos y dejarnos fallar pues es lo más realista, equilibrado y lo que nos acerca al verdadero bienestar.