Los pies son el soporte de nuestro cuerpo y debemos prestarle atención y dedicarles diariamente unos minutos al día para asearlos e hidratarlos.
Asimismo debemos ser muy cuidadosos con el calzado que utilicemos para evitar deformaciones o dolores por no usar la talla adecuada.
Uno de los atractivos que tenemos las mujeres es lucir unos pies hermosos y eso depende de cómo los trates y de los cuidados adecuados para mantenerlos suaves y con apariencia saludables.
Te presentamos 10 consejos para cuidar tus pies para que tengas una buena salud podológica, no sólo en lo referente a lo que se ve, sino también a lo que no se ve.
Hidrátalos
Para evitar las grietas y la dureza de los pies es necesario mantenerlos hidratados.
Se recomienda usar una crema con alto contenido en urea, pues la piel del pie es mucho más gruesa que la de cualquier otra parte del cuerpo.
Corte de uñas correcto
Rectas, sin picos ni curvas, sin apurarlas demasiado y sin meterte en los bordes internos, para evitar problemas de uñas encarnadas (uñeros).
No al exceso de hidratación
No la apliques emplastes de crema “para que te dure más”. Pueden salir hongos. No dejes restos de crema en los espacios interdigitales.
Evitar la humedad
Hay que secar muy bien los pies al salir de la ducha, especialmente entre los dedos para evitar infecciones dérmicas tipo eritrasma, cándida o dermatomicosis.
Usar el calzado correcto
Flexible pero indeformable, con buen contrafuerte y buena sujeción, para evitar problemas biomecánicos.
No compartir el calzado
Los pies de cada persona tienen una forma particular y si usas el zapato de otra persona tu pie se puede deformar.
Airearlos a lo largo del día
El sudor y la humedad desarrollan infecciones, así que luego de una larga jornada de trabajo hay que airear los pies y cambiar de zapatos, al menos una vez al día.
Masajealos
Para relajar la musculatura después de una larga jornada laboral o deportiva.
Acude al podólogo con regularidad
Para que sea él quién te diagnostique los posibles problemas que pudieras tener y que se te podrían haber pasado por alto.
El dolor no es lo normal
Aunque estemos acostumbrados a que nos duelan los pies después de haber andado mucho o haber estado mucho tiempo de pie, la aparición del dolor puede que no sea normal.