Ser mamá implica muchos sacrificios pero eso no quiere decir que no puedas ver por tu propio bienestar.
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Las mujeres crecemos llenas de presiones en torno a cómo debemos ser pero cuando tienes hijos esto puede complicarse aún más pues sabes que es tu responsabilidad que estén bien.
Tras una separación o divorcio, es común escuchar opiniones no solicitadas sobre lo que harás con ellos. Claro, son tu prioridad pero lo que nadie dice es que para que ellos estén bien, primero debes estar bien tú.
La maternidad está llena de sacrificios y es común que pienses en anteponer las necesidades y deseos de los demás por encima de las tuyas. Pero ese cuento de «la madre perfecta» termina por consumirnos puesto que satisfacer las expectativas ajenas es agotador y algo que jamás lograremos cumplir por completo.
Es momento de cambiar, de hacer una pausa y entender que priorizar tu bienestar es también un acto de amor hacia tus hijos.
El ritmo tan acelerado que vivimos hoy día, sumado a las exigencias que hay a nuestro alrededor hacen que nos olvidemos por completo que necesitamos un respiro. Por si fuera poco, muchas veces hay que cumplir con un trabajo de tiempo completo, cuidar la casa y ver a los hijos entonces te preguntas ¿en qué momento se puede respirar?
¿Cuándo fue la última vez que tomaste una siesta por la tarde? ¿Cuándo tuviste un tiempo de paz y tranquilidad para leer un libro o quedarte contemplando el paisaje por la ventana? Son cosas que parecen simples pero que en medio de tanto caos se agradecen.
Sí, tienes una gran responsabilidad en tus manos pero si no descansas o te das ese respiro, las cosas eventualmente se saldrán de control.
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Y es que el agotamiento que puedes estar sintiendo ahora es quizá una llamada de atención de tu cuerpo. Es momento de dejar de sentirte culpable por ponerte primero, por perseguir tus sueños, por querer más, por querer algo diferente.
Cuando aprendes a priorizar tu salud mental eres capaz de dar lo mejor a tus hijos
Adamari López ha sido un gran ejemplo sobre lo que significa enfocarte en ti tras una separación y cómo esto te trae paz mental y una mejor relación con tus hijos.
La conductora no sólo ha seguido cosechando éxitos en su carrera sino que también ha encontrado una motivación en cuidar su cuerpo.
En una entrevista con la revista People, la también actriz reveló que su decisión había sido por su bienestar pues ya no podía seguir permitiendo lo que estaba viviendo.
“Hay cosas que no podía permitir por mí, pero sobre todo por mi hija”, frases que dejaron a varios con el ojo cuadrado (…) Él y yo sabemos qué pasó. Él sabe la razón. No tomé la decisión a la ligera, no fue una rabieta. No es un capricho, no es un castigo”.
La sonrisa de la conductora no miente: aún después de tanto sufrimiento, ha sabido salir adelante y ahora está viviendo su mejor momento. Los cambios que ha tenido son reflejo del haber priorizado su felicidad.
Ponerte primero no significa que descuides a tus hijos, al contrario. Cuando eres capaz de hacer un espacio para ti, recargas energía y te vuelves más fuerte.
Cuando llenas tu vida con lo que amas y lo que necesitas, esa satisfacción te permitirá dar lo mejor de ti a los demás. No puedes dar lo que no tiene, entonces si no descansas y estás de mal humor, ¿cómo puedes hacer feliz a los demás?
El cuidado personal es una práctica, es un compromiso que nos hacemos a nosotras mismas para que podamos hacer el trabajo que tenemos que hacer.
Trata de hacer espacio para actividades que te ayuden a descansar la mente, ya sea sesiones de meditación, oración o incluso algo que te obligue a mover tu cuerpo. Prepara tu almuerzo favorito, sal a caminar al parque, date un baño caliente, permítete dormir media hora más, tomas unas clases en línea de algo que quieras aprender y que no implique demasiado tiempo para que también puedas descansar. Y lo más importante, deja de querer cumplir con expectativas ajenas.