Sin importar cuáles sean los problemas que tengamos en nuestro día a día y los diferentes malestares que suframos en algún momento, la salud mental es la que puede ser determinante en nuestra vida.
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Si no tenemos una salud mental óptima, no podemos ser cien por ciento funcionales y eficientes en lo que sea que queramos hacer, sea en algo tan complicado como tus responsabilidades en el trabajo como preparar la cena en nuestro hogar.
Aunque no lo creas, cosas tan sencillas como la limpieza y el orden pueden beneficiar o perjudicar tu estado de ánimo y en este artículo te enseñaremos el por qué.
Limpieza, una línea muy fina entre el orden y el daño a tu salud mental
Mantener ordenado nuestro entorno nos hace sentir, por naturaleza, más felices, cómodos y estables a tener un hogar o puesto de trabajo en desorden, pues esto se traduce como un desacomodo en nuestra vida diaria.
A pesar de que hay personas que no tienen tanto control sobre la limpieza y la pulcritud, tienen cierto límite en que se dicen a sí mismos: “Ya es hora de arreglar un poco”.
Sin embargo, nuestra salud mental puede verse afectada si llevamos la organización al extremo, pues exagerar con la limpieza puede convertirnos en obsesivos compulsivos.
Lo que significa que detalles totalmente insignificantes como unas pocas migajas en la mesa o un cuchillo guardado en la sección de las cucharas puede provocar un descontrol emocional que nos obliga a acomodar todo en perfecto orden.
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Es por ello que se recomienda ser más pulcro para liberar espacio en nuestro alrededor, deshacernos de las cosas inútiles y sentirnos mejor, pero sin llegar al nivel de la compulsión por la limpieza.
Debemos proteger nuestra salud mental de los trastorno
Los trastornos son productos de conductas compulsivas y que no podemos controlar, tanto así que hasta la cosa más simple fuera de su sitio puede conllevar a una agonía interna para la persona.
Esto ocurre, en el caso de la limpieza, cuando intentamos concentrar toda nuestra energía en el orden desahogar nuestras frustraciones y debilidades en la organización de nuestro alrededor.
Repetimos tanto este acto para sentirnos bien y en paz, que en los momentos en que algo nos impide cumplir nuestra tarea de aseo al cien por ciento nos afecta nuestra salud mental a tal punto de que manifestarse como malestares.
Jaquecas, fiebre, insomnio, dolores musculares y otros síntomas suelen aparecer en personas cuyos trastornos por la limpieza y el orden se ven interrumpidos por cualquier razón.
Es por ello que para cuidar de nuestra salud mental no debemos llevar nada a los extremos, pues algo tan simple como una rutina que se vuelve obligación puede conllevar a desarrollar un trastorno o actitud obsesiva compulsiva.
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