Simone Biles decidió retirarse de las finales de gimnasia por equipos de Tokio 2020 porque las cosas simplemente no se sentían bien. La gimnasta ejecutó su rutina con la fuerza de siempre pero lo que ante los ojos del mundo parecía perfecto, para ella estaba siendo una pesadilla,
Un día antes, Simone escribió en su cuenta de Instagram sobre «sentir el peso del mundo sobre sus hombros» y mencionó estar abrumada por la presión a su alrededor. Necesitaba un descanso pero seguramente en su mente, estaba librando una batalla contra el miedo a defraudar a todos.
Considerada por muchos como la mejor gimnasta de todos los tiempos, ella mantuvo abierta la posibilidad de seguir compitiendo pero finalmente decidió retirarse para enfocarse en su salud mental.
En medio de la incertidumbre y el asombro, muchos aplaudieron la decisión de Simone y mostraron todo su apoyo. Sin embargo, no faltaron aquellos que lejos de mostrar empatía, la señalaron y criticaron por «no dar el ancho».
Aquellos que cuestionan su malestar o que ponen en duda su profesionalismo, que la critican por abandonar a sus compañeras o que insisten que es «defraudar» a al mundo, no han entendido nada.
Simone no le debe nada a nadie. Retirarse para cuidar de su salud mental es tan valiente como el haberse presentado.
Hay toda una historia detrás de esta medallista, situaciones escalofriantes que han sido expuestas frente a los ojos de todos y que no pueden quedar en el olvido.
En 2017, Biles junto a más de 130 atletas, denunciaron al ex médico de la federación estadounidense de gimnasia, Larry Nassar, por cometer abuso sexual a menores de edad, incluyendo a ella.
Nassar agredió sexualmente a muchas gimnastas en las que pudo desencadenarse un profundo trastorno por estrés postraumático. Simone dijo que parte de la razón por la que no se retiró antes fue porque le preocupaba que si lo hacía, siendo la única sobreviviente del abuso de Larry Nassar que sigue activa, el caso quedaría en el olvido.
¿Por qué le es tan fácil al mundo ignorar los horrores que han sido expuestos? ¿Por qué invalidamos el dolor o la vulnerabilidad de quienes consideramos dioses todopoderosos?
Simone tiene 19 títulos de campeona mundial y 25 medallas en campeonatos mundiales, vuela por los aires desafiando todas las leyes de la gravedad y aterriza con con la ligereza de una pluma. Aún así, se atreven a decir que «no es suficiente». Mostrar vulnerabilidad no es ninguna debilidad.
Es momento de entender el mensaje de Simone Biles
Hoy más que nunca es importante hablar abiertamente del cuidado de la salud mental para romper falsas creencias.
Para muchas personas, los trastornos de ansiedad o depresión son “cosa de locos” o de personas que viven bajo condiciones específicas de vida. Sin embargo, se ha comprobado que estos no discriminan y pueden afectar a todos, en diferentes niveles.
No es algo que deba tomarse a la ligera o tratarse como si fuese un resfriado común. No es solamente llenarse de frases motivacionales ni aplausos o medallas para «cambiar el chip». Hay todo un proceso detrás y cada quien vive una realidad diferente con ellos.
La mente y el cuerpo están íntimamente relacionados. Así que es importante mantener la calma para evitar que la angustia se refleje en el cuerpo.
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