Si tu pareja quiere que cambies estas cosas, realmente no te ama

En cuestiones de pareja hay pocas cosas que son claras y determinantes, porque muchas veces se dibuja una línea difusa entre el amor y conductas tóxicas que podrían tener resultados negativos para nuestra salud emocional.

Entre ello, la disconformidad que pueda existir en un compañero sentimental que busque modificar nuestra forma de ser para adaptarlo a su conveniencia, algo que muchas suelen confundir con consejos de alguien que te ama, o para mejorar la relación, cuando se oculta un fuerte deseo de control detrás.

Tu pareja debe ser tu cómplice, no tu peor juez.- Instagram @penny_kaleycuoco_lover.

Y aunque le hayamos escuchado mil veces a nuestras abuelitas eso de que «quien te ama, te acepta tal como eres», el enamoramiento nos lleva a querer complacer siempre al otro.

Lo que nunca deberías cambiar por tu pareja

Si marcamos una distintición respecto a las críticas constructivas y bienintencionadas, cuando el otro intenta cambiar cosas como nuestra individualidad, personalidad, amistades, forma de vestir, cuerpo, independencia, creencias o pasatiempos, una alerta debería saltar en nosotros mismos.

La verdad es que no has venido al mundo a satisfacer las expectativas de los demás y eres un individuo único y auténtico que no necesita amoldarse a lo que otros esperan de ti, alejándote de tus preferencias.

Tu pareja debería aceptarte con virtudes y defectos. Instagram @penny_kaleycuoco_lover.

Todos tenemos defectos que cambiar y trabajar, pero tu pareja debe aceptarte, respetarte y caminar a tu lado en paz pese a que existan diferencias entre ustedes, sin necesidad de criminalizar las fallas.

Cuando la conversación empieza a ser frecuente sobre lo que debes modificar, el problema lo tiene la otra persona, no tú. Estos son conflictos desgastantes que evidencian el egoísmo del otro, queriendo despersonalizarte y que dejes de ser tú.

Si quieres cambiar cosas en tu cuerpo o forma de ser, hazlo por ti y porque ese es tu deseo, no por complacer a los demás.

Si la pareja nos abrió los ojos sobre algo que estábamos haciendo mal, se agradece, pero la diferencia radica en que no debemos transformarnos en lo que terceros quieran. Solo debes hacerte cargo de tu felicidad.