Atrás quedaron los tiempos donde pensábamos que ser ‘workaholic’, o adicto al trabajo era algo cool o admirable. Hoy, con las conversaciones tan adelantadas sobre salud mental, aprendimos que eso no es sano ni tampoco sostenible en el tiempo.
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Pero cuesta. Al salir de la oficina nuestra mente sigue enganchada a los pendientes, y ni hablar si se trata de un oficio remoto, pues eso ha hecho que el nivel de desconexión sea más complico e incluso, a las 10 de la noche recibas un mensaje en WhatsApp de tu jefe. ¿Qué hacer?
Aprender a desconectarse del trabajo… De verdad
«Una intensa mezcla de ambiciones individuales, brutales culturas empresariales y la tecnología que permite estar accesible las 24 horas del día, está contribuyendo a crear una crisis de estrés», analiza sobre esta problemática un reportaje de BBC.
En efecto, cada vez es más complicado descansar y el estrés laboral está rompiendo cifras sorprendentes. Por eso se vuelve tan fundamental aprender estrategias que nos ayuden a ganar paz mental y decirle «no» al trabajo, pues siempre habrá algo por hacer.
Toma medidas prácticas
La desconexión tiene que comenzar por iniciativa propia así que olvídate de que tienes teléfono móvil o aparta el ordenador, a menos que sea para escuchar música o ver una película. Asimismo, aléjate de las redes sociales pues también son fuentes de ansiedad, estrés o recordatorios del trabajo.
No estés siempre disponible para tu trabajo
Si contestas ese WhatsApp a las 10 sabrán que estás disponible a la hora que sea, por lo que seguirán abusando. Avisa y define qué días no estarás trabajando y en cuáles horarios. En caso de que te busquen, responde cuando sea el turno de trabajar y estés de vuelta.
Ten tu pasatiempo
Practicar deportes, reunirte con tus amigas, disfrutar de esa serie de Netflix. Debes regalarte esos momentos para ti, y para tus seres queridos sin interrupciones. Dedícatelo a ti y saborea esos ratos al máximo.
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Control mental respecto al trabajo
Por último, desde Mundo Psicólogos recomiendan mejorar tu diálogo interno. «Si te vienen a la cabeza preocupaciones y obligaciones, piensa que cuando vuelvas ya te encargarás. Tienes derecho a tener un momento para desconectar del trabajo.»
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