Cuando te casas, estás absolutamente segura de que finalmente has logrado encontrar a la persona indicada con la que compartirás el resto de tu vida. Sin embargo las cosas no siempre salen como planeamos y el cuento de hadas termina por convertirse en un cuento de terror.
Dicen que “todo por servir se acaba” y lo que alguna vez funcionó, ahora puede ya no ser igual. Pero ya sabemos que nada es eterno y eso aplica para las relaciones amorosas.
Quizá has pensado en separarte o divorciarte pero una parte de ti piensa que puedes arreglar las cosas o peor aún, te quedas con la idea de que es «lo que debe ser» y que «debes soportar» permanecer ahí.
La sociedad se ha encargado de hacernos creer que un divorcio es “lo peor que te puede pasar”. Por alguna razón asume que una mujer que se divorcia, está condenada a quedarse sola por el resto de su vida.
Es mejor una separación o divorcio que en una relación infeliz
Una ruptura amorosa siempre es difícil pero un divorcio se siente en otro nivel. Estás confundida, dolida y con miedo; te cuestionas si has tomado la decisión correcta, si no fuiste lo suficientemente fuerte o si alguna vez podrás volver a ser feliz. La respuesta es sí. Si no te sientes plena, te sientes vacía o que no están creciendo juntos, entonces sí tomaste la decisión correcta. Si llegaste hasta el punto de dar el paso y aceptar que las cosas no están bien, entonces sí fuiste lo suficientemente fuerte.
Jamás te quedes donde no eres feliz.
Un divorcio no es el fin del mundo y no significa que estarás condenada a la soledad eterna. Nunca será fácil, especialmente si hay hijos de por medio pero debes recordar siempre que tu bienestar es el bienestar de ellos.
Permanecer en una relación tóxica para que “vean que todo está bien” no es la forma de traerles bienestar. ¿Qué van a aprender de ello?
El miedo a la soledad a veces nos ciega y no nos permite salir de una relación que no nos conviene.
El amor no se persigue ni se ruega. No puedes obligar a nadie a quererte ni tampoco a quedarse a tu lado. Es momento de que aprendas que no tienes el control de los sentimientos del otro. No te aferres a un amor que duele más de lo que construye y no te quedes sólo para satisfacer las expectativas de terceros.
Famosas divorciadas que nos han dado grandes lecciones.
“La vida es demasiado corta como para estar en una relación donde no te valoran” – Anna Farris.
Parece difícil de creer que la actriz se exprese así de Chris Pratt, con quien estuvo casada casi 10 años. Nunca permanezcas en una relación que no te acepte ni te valore. Una pareja debe funcionar como un equipo donde ambos tengan el mismo grado de responsabilidad y de toma de decisiones. No funciona si el otro te da la espalda.
“Una relación no me va a hacer sobrevivir. Es la guinda del pastel” – Jennifer Aniston.
Las mujeres que son adictas a la libertad saben que una relación no define su valor. La persona que llegue será para complementarte no para completarte, porque no estás rota ni vacía. A jennifer la han perseguido muchos años por la relación que tuvo con Brad Pitt pero ella ha dejado claro que no necesitó de él para tener una carrera o ser una mujer poderosa en Hollywood.
«Hay cosas en mi vida que son difíciles de reconciliar, como el divorcio. A veces es muy difícil entender cómo podría suceder. Echar la culpa es tan fácil. No tengo tiempo para el odio o la negatividad en mi vida. No hay lugar para eso.», dijo Reese Witherspoon a la revista Parade, con respecto a su separación de Ryan Philippe.
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