Aunque tengamos muchos años conviviendo con las redes sociales, diferentes estudios científicos han demostrado que son fuente de ansiedad, estrés, depresión y deterioro de la salud mental a nivel general para sus usuarios.
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Caer en las comparaciones es casi inevitable, nos hacen propensos a la fobia social, al acoso cibernético y a los trastornos del sueño, generan pensamientos negativos y aumentan la presión por alcanzar unos altos estándares, a veces irreales.
Por eso y más, es necesario de vez en cuando desconectarse y reencontrarse con uno mismo para recordar lo verdaderamente importante, que se sentirá como una bocanada de aire fresco para el bienestar general.
La importancia de darse un descanso de las redes sociales
«(Las redes sociales) ayudan a mantenernos conectados y combatir la soledad pero (…) a menudo se asocian con el ciberacoso, la comparación social y otros fenómenos que son perjudiciales para nuestra salud y bienestar», explica el terapeuta Neha Chaudhary a Business Insider.
Es decir, como todo, tiene una doble cara de beneficios y desventajas, pero las repercusiones dependen de los usos que le demos a las mismas, o lo que es igual a saber cuándo ha sido suficiente.
«Si estamos en las redes sociales durante horas extendidas, no nos estamos tomando el tiempo para cuidar nuestros cuerpos y disfrutar de la vida fuera de ellas», analiza la experta Katara McCarty para el mismo medio.
Así que cuando las redes sociales dejan de ser un espacio divertido, sientes que no eres lo suficientemente bueno, gastas demasiado tiempo de tu día en ellas o experimentas una necesidad imperiosa por revisarlas, es momento de detenerse porque algo no va bien.
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«Si descubres que te sientes peor contigo mismo después de estar en las redes sociales, entonces no es un recurso que suma a tu bienestar emocional», reflexiona la especialista.
Cómo descansar de las redes sociales
Entonces si ya has tomado la decisión y es momento de priorizar tu salud mental sobre las redes sociales, hay una serie de pasos que debes seguir.
En primer lugar, no hay un determinado tiempo para estar fuera de ellas puesto que todo depende de cómo te vayas sintiendo, así que pueden pasar horas, días o semanas.
Sabiendo esto, es momento de llevarlo a la práctica. Inicia con lo básico: cerrando cesión de las aplicaciones o al menos, apagando las notificaciones de aquellas que resultan más estresantes para ti.
Si ves que es muy imposible mantenerte alejada, puedes borrar la app de tu teléfono y así resistir durante más tiempo a la tentación, lo que también deberás acompañar con actividades que mantengan tu mente en otro lado.
Es tiempo para ti así que haz lo que te gusta. Reúnete con tus seres queridos, haz ejercicios, mira tu serie de televisión predilecta, lee, dedícale cuidados a tu hogar; es decir, agenda tu día como normalmente lo harías.
Una vez que te sientas lista para regresar puedes emplear otras estrategias para mantener a raya el uso de las redes sociales como aplicaciones que limitan o monitorean tu tiempo de conexión a diario.
Por otro lado, debes restringir cierto contenido que te haga sentir mal pues nadie conoce más lo que te afecta.
«La mayoría de las veces, se trata de poner límites a la cantidad que consumes en función de cuál es el punto de inflexión, desde lo agradable hasta lo que provoca ansiedad o algún otro sentimiento negativo. Ese punto de inflexión será diferente para todos», finaliza Chaudhary.
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