No es raro que de un momento al otro, casi sin darnos cuenta, un trabajo que al inicio se sentía apasionante termine por resultar monótono, aburrido y poco retador, más aún si realmente no iba acompañado con los sueños o la vocación.
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Este es un cóctel que muchas veces termina siendo perjudicial para la salud mental puesto que comienzan a aparecer síntomas de que se necesita un cambio, detrás de otros malestares como estrés o ansiedad que a veces se confunden por otras circunstancias.
En realidad, es un poderoso llamado de atención porque estar en un trabajo que no gusta es una gran fuente de infelicidad y hasta de enfermedades, hasta el punto que los estudios han descubierto que es más perjudicial que no tener empleo.
Señales que indican que debes cambiar de trabajo
Cansancio constante
Y no, este punto no se refiere a cuando se trabaja horas extras o hay un proyecto muy exigente detrás, porque es lógico que cualquiera termine cansado al final de turno, sino al tedio, estrés, rechazo e irritabilidad que genera ir a trabajar.
Para algunos pasa desapercibido pero esa carga emocional cansa mucho a las personas y nunca tienen motivación, ánimos o energías para rendir al 100% dentro de lo que hacen.
De acuerdo con Elle, esto también se proyecta en personas que no pueden descansar con normalidad porque les dificulta desconectarse de su trabajo, más en tiempos de pandemia, o que les cuesta levantarse para afrontar un nuevo día.
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Miras mucho el reloj
Parecerá un dato menor, pero cuando estás constantemente deseando que se cumpla la hora de dejar el puesto o ir a la hora de descanso, se enciende una señal de alerta.
Es un gran indicativo de que hay que buscar nuevos retos más atractivos que devuelvan el entusiasmo de seguir preparándose y ofrecer de sus talentos.
El aburrimiento es un asesino de la creatividad y la proactividad, así que hay que ir tras otros objetivos.
No quieres hablar de trabajo
Inconscientemente estás rechazando a tu empleo y por eso, no quieres hablar de él. Significa que hay cosas más interesantes en tu vida que aquello a lo que te dedicas diariamente y no tiene importancia para ti.
Es un signo de la frustración de darle tantas horas de tu vida a algo en lo que no crees o no te importa, así como también lo es hablar de él de forma monótona, sin ningún tipo de interés o emoción.
No crees en el proyecto
Atrás quedaron los días en los que te identificabas con lo que hacías, te enorgullecías de la compañía, sus valores iban de acuerdo con los tuyos y tenías mucha confianza en lo que estaban realizando.
Si todo eso forma parte del pasado, definitivamente, hay que cambiar. Sucede cuando «tu organización ha tomado algunas decisiones que no encajan con tu visión, o quizás ha habido una reorganización que te ha apartado», afirma el Grupo Robert Walters.
Es importante siempre identificarse con la marca para mantener a tope la motivación y asumir los nuevos retos con interés. De lo contrario, podrías incurrir en los otros síntomas.
No te sientes valorado
Hay veces donde damos lo mejor que tenemos y los ascensos o las nuevas oportunidades dentro de la institución no llegan, o bien, que las contribuciones no son reconocidas.
«Es altamente importante sentirse un miembro valioso y que la atmósfera sea amigable, productiva y alentadora», agrega la misma fuente, por lo que si no te sientes parte del equipo hay que buscar un nuevo lugar donde sí seas considerado.
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