Con el pasar de los años, diversas técnicas de relajación han visto la luz, muchas basadas en la meditación y los cristales, por nombrar algunas. Entre ellas está el Reiki, una terapia basada en leves toques y energía que no solo te deja un estado de paz sino que también tiene muchos beneficios para tu salud.
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El Reiki es una forma de curación energética que implica toques ligeros. Usando movimientos suaves de la mano, los practicantes guían la energía dentro del cuerpo de una persona para fomentar la autocuración.
Importante recordar que no tiene regulaciones oficiales
Es una de las prácticas más controversiales que hay –puesto que– es un tratamiento que no tiene regulaciones formales. Es de vital importancia recalcar que se requiere consultar a un médico antes de iniciar la terapia de reiki; asimismo, entender que puede ser un acompañamiento, y no una sustitución a ningún tratamiento.
También no olvidemos que los que practican reiki no han recibido ninguna licencia oficial, por lo que debemos tener mucho cuidado. Hay poca evidencia concluyente para explicar con precisión cómo y por qué funciona, por lo que es un tema muy polémico.
Entonces dirás, ¿por qué estamos hablando de él? Mientras que tengas muy en claro que puede ser sólo una herramienta complementaria para tu alivio mental o un «placebo» que pueda calmar tu ansiedad, y que siempre debe ir acompañado y sin sustituir la medicina, es interesante explorar.
¿El Reiki es adecuado para mí?
Como el Reiki es suave y no invasivo, es realmente seguro para todos, dice Vickie Bodner, masajista licenciada y maestra de Reiki. La gente suele buscar esta práctica para prepararse o recuperarse de una cirugía, controlar el estrés y la ansiedad, sobrellevar la pérdida de un ser querido como complemento de la atención médica profesional, como el tratamiento del cáncer, dice Bodner. Algunas personas buscan el Reiki para un toque de apoyo cuando se sienten solas al lidiar con situaciones problemáticas de salud, agrega.
Pero es importante recalcar que esto no es un sustituto del tratamiento médico. “Las personas siempre deben comunicarse con un médico para obtener ayuda por cualquier problema médico o mental”, dice Bodner. Una vez que hayas recibido ayuda de un profesional, el Reiki puede agregarse como una forma de atención complementaria, dice ella.
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¿Cómo será la primera sesión de Reiki?
Las sesiones de Reiki suelen durar de 60 a 90 minutos (aunque eso varía), según la Asociación Internacional de Profesionales de Reiki. Llega de 10 a 15 minutos antes para completar el papeleo y prepararte para la sesión.
Espera pasar toda la sesión acostada completamente vestida en una camilla de tratamiento. Es posible que estés boca arriba durante toda la sesión, o el médico puede pedirte que te pongas boca abajo en algún momento. Solo asegúrate de decirle de antemano si estás embarazada o si no puedes acostarte por alguna razón.
El médico puede trabajar con las manos, aunque nunca tocarán los genitales o los senos de las mujeres (a menos que alguien con cáncer de mama especifique que le gustaría que se trabajara esa área), dice Maute.
El objetivo de la sesión es la relajación, por lo que es probable que no se hable mucho (aunque eso puede depender del médico). Sin embargo, es importante que le digas al experto si necesitas algún ajuste en algún momento durante la sesión.
Deberías sentirte profundamente relajada durante el proceso. Algunas personas se quedan dormidas, otras entran en un estado meditativo profundo. Por esta razón, los practicantes te despertarán suavemente una vez finalizada la sesión de Reiki.
¿Qué deberías usar para una sesión de Reiki?
Usa ropa cómoda con la que puedas relajarte. Si vienes de la oficina, no dudes en traer una muda; solo asegúrate de consultar con el médico antes de la sesión para asegurarte de que haya un lugar para cambiarse. Miles recomienda vestirse en capas para que pueda agregar o quitar ropa durante la sesión, si es necesario.
¿Con qué frecuencia debo recibir tratamiento de Reiki?
“A veces, una sesión de Reiki es suficiente para resolver el problema, aunque a veces se necesitan varias sesiones”, dice Maute. Tu practicante de Reiki puede darte una mejor idea de la frecuencia con la que debe ir, según el problema que te gustaría abordar.
Los expertos recomiendan probar al menos cuatro sesiones para evaluar los posibles beneficios. Sin embargo, ten en cuenta que esta es una práctica espiritual y puedes recibirla con la frecuencia que desees.
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