Hay mujeres que pueden identificar la infidelidad de su pareja con solo mirarlas, literalmente. Así lo asegura un estudio que explica que los rasgos faciales delatan a la mayoría de los adúlteros que fueron analizados.
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La forma más eficaz de saber si un hombre tiene una aventura o forma parte del grupo más propenso de hacerlo es mirando su rostro puesto que los atributos más masculinos como la barba, mandíbula cuadrada o nariz cuadrada tienen que ver.
La infidelidad se muestra en el rostro de los hombres
La investigación realizada por la Universidad de Australia Occidental en la que participaron 1.516 personas, incluidos hombres y mujeres desde los 18 a los 75 años de edad, arrojó que los hombres con apariencia varonil son más propensos a ser infieles.
El estudio publicado en el Royal Society Open Science y citado por VIX, se desarrolló pidiéndole a los voluntarios que analizaran las características físicas de la persona sentada frente a ellos e intentaran adivinar su nivel de infidelidad del 1 al 10.
Fue entonces cuando se demostró que las mujeres tienen una habilidad superior al de los hombres para descubrir, con solo mirar a una persona, que tienen una aventura.
Además, esta estuvo asociada a características como barba, mandíbula cuadrada, cejas muy pobladas o nariz grande, que tienen los hombres adúlteros que ahí participaron, pero que no necesariamente los hacen más deseables para el sexo opuesto.
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Por otro lado, las féminas salieron bien libradas cuando se trató de ellas como las infieles puesto que tienen la capacidad de ocultar mucho mejor su falta con «rasgos y expresiones faciales más misteriosas e indescifrables», reseñó la fuente.
Sin juzgar a primera vista
Sin embargo, esto no es más que otro acercamiento científico a la infidelidad y no una camisa de fuerza determinante para sentenciar a una pareja desleal, algo que dejaron en claro sus realizadores.
«Si una persona determinada dependiera únicamente de las impresiones de los rostros de los hombres para decidir quién es infiel, se arriesgaría a cometer un grave error sustancial», explicó el líder del estudio Yong Zhi Foo, conforme con el citado medio.
Antes, otras investigaciones también intentaron aproximarse al tema de forma similar, tal cual como se publicó en la revista Archives of Sexual Behaviour en el que reseñaron que los hombres de cara cuadrada tenían más posibilidades de ser infieles que el resto, según GQ.
No obstante, es más concluyente el comportamiento de la pareja en cuestión que cualquier tipo de apariencia física, pues siempre hay excepciones a la regla y hay muchos factores involucrados en el proceso de infidelidad.
De acuerdo con el especialista en el tema, el doctor Jay Kent-Ferraro, hay cuatro principales razones por las que la gente puede llegar a ser infiel.
Las principales son la falta de comunicación y la falta de cuidado. La primera se presenta como los problemas al momento de expresar lo que se siente, se quiere y los errores a corregir, o la ausencia de esta.
La segunda, por su parte, es la pérdida de los detalles, la pasión, la rutina y la inacción al ver que hay que hacer algo para resucitar a ese amor.
Las otras dos son las patalogías narcisistas, adictivas o sociópatas que puede tener esa persona, las cuales se ven en menor medida en los casos, y las aventuras accidentales o de falso enamoramiento.
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