El amor en nuestra sociedad
Es muy común encontrarte en tu camino con personas que constantemente quieran manipularte. Muchas veces es tu propia pareja; aquella persona a quien le abriste tu corazón puede ser «tu peor enemigo».
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Son muchas conductas tóxicas y hasta violentas las que normalizamos. Creemos que no hay nada de malo que nos hagan comentarios o nos hagan sufrir, sobretodo teniendo en cuenta aquellos ejemplos de «amor» que nos ha dado el entretenimiento.
Bueno, si simplemente creemos que un gran romance es el de «Romeo y Julieta», cuando duró 3 días y no tuvieron la resiliencia para superar sus muertes. Y es que asociamos el amor con sufrimiento.
Dejemos de normalizar la violencia
Sin embargo, —aunque en toda relación habrán momentos malos o momentos de crisis—, nunca deben quitarte tu paz mental de forma constante. Si esto está sucediendo, aléjate de ahí, acude a terapia y comienza a desentrañar si es una relación positiva para ti o estás en una abusiva.
Por supuesto, muchas veces tenemos miedo de admitir que estamos en una relación tóxica, nadie quiere ser la víctima. Asimismo, se nos ha contado que solamente las mujeres que «se dejan», que no son «mentalmente fuertes» o con «malos ejemplos» son las que caen en ese tipo de dinámicas.
De una y otra forma, termina siendo también tu culpa por aceptar a alguien que no te trató como mereces. Pero esto es mucho más complicado de lo que parece, y es momento de entender que todas podemos caer en una relación así. ¿Lo peor? Es mucho más común de lo que creemos.
Una relación tóxica no solamente es aquella en donde hay gritos o abuso físico. La constante manipulación, que te hagan sentir culpable todo el tiempo, y que te roben tu paz mental también son formas de violencia.
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Señales que tu pareja es un manipulador
Hay muchas más señales, pero te presentamos las más comunes.
1.- Te culpa en todo momento
La manipulación comienza con la culpa. Si tu pareja te hace sentir mal por tus decisiones, o acciones sin importar te hayas equivocado o no, es una foquito rojo que debes comenzar a notar.
Muchas veces las personas emplean esta táctica para generar un sentimiento de culpa y hacerte responsable de situaciones que no eres capaz de cambiar. Porque, ¿cómo actúa una persona con culpa? Normalmente es más sumisa, más amable, más devota.
Por eso aprende a responsabilizarte de aquello que sí está en tu poder de cambio, y a no colgarte «culpas» inexistentes que solamente están siendo usadas para ejercer un poder sobre ti.
2.- Te hace dudar de ti misma
Es más fácil manipular a una persona que todo el tiempo duda de sí. Al no tener un criterio propio, es más sencillo que crea en todo lo que se le diga y se vuelve más maleable. Una característica indispensable para el manipulador.
Te arrebata poco a poco tu seguridad y tu confianza en ti misma, tal lento que no te vas dando cuenta. Resalta tus errores o te exige más, sin importar el resultado que hayas obtenido.
3.- Te conviertes en «responsable» de sus emociones
Normalmente cuando esa persona se siente mal, enojado, irritado es por tu culpa. Te puede hacer sentir mal, y ¡oh sorpresa!, también es tu culpa porque ahora tú ya lo hiciste sentir terrible. Es un juego el cual nunca podrás ganar.
Recuerda que no estás sola
Si te sentiste identificada en alguna medida es importante que intentes reflexionar por qué sigues ahí. El amor por sí solo no puede sostener una relación (sí, nos mintió Disney y Hollywood).
Recuerda también que no tienes que hacerlo sola y que tampoco es tan fácil como para que un día decidas enterrar todo aquello tóxico. Nos volvemos adictos y codependientes a estas dinámicas, y por ende, necesitamos de toda la ayuda para poder salir. Sostente de tu red de apoyo, terapia, libros, artículos y mucha, pero mucha paciencia.
Información tomada de rincón de la psicología
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