La Luna es el cuerpo celeste más cercano a la Tierra y quizá el más fascinante. Por siglos ha llamado la atención en la ciencia y el arte y no es para menos si con observarla nos damos cuenta de que esconde muchos misterios.
Ésta tiene una conexión muy directa con nosotras, desde nuestro ciclo menstrual hasta nuestra energía diaria. La literatura, la pintura y la música la han convertido en un símbolo de feminidad. Es imposible no sentir atracción hacia ella cuando le vemos con nuestros propios ojos.
¿Te gusta observar la Luna? Entonces debes saber que hay algo muy especial en ello, algo que te hace sentir poderosa e inquebrantable.
Cuando ves la Luna, te concentras en su grandeza y en el brillo que emana de ella. Porque no importa qué tan oscura sea la noche o en qué fase se encuentre, ella siempre brillará en lo alto.
La Ayurveda es la práctica de observar los ritmos de la naturaleza y alinearnos con ellos.
Como mujeres, tenemos sentidos adicionales del ritmo que nos conectan con los ciclos de la luna. Cada mes, el cuerpo de una mujer tiene la capacidad de limpiarse y rejuvenecerse a través de su menstruación. Solía ser en las culturas tradicionales que las mujeres menstruaban juntas durante la noche oscura de la luna nueva. Durante este tiempo se reunirían para apoyarse mutuamente en un viaje de profunda introspección.
Cada mes, una mujer tiene la capacidad natural de deshacerse de toxinas, emociones y bloqueos físicos que ya no le sirven. Su cuerpo se limpia y rejuvenece durante la menstruación, que coincide con el periodo de la luna oscura. Esta emoción es lo que la hace hermosa, cuando nace su naturaleza psíquica, sintonía con el cosmos, intuición y empatía.
La luna está hecha de nostalgia y melancolía, de amores olvidados y de corazones reencontrados. Es un enigma y va cambiando con los ciclos, del mismo modo que tú lo haces.
La vulnerabilidad que sientes al contemplar la Luna es un recordatorio de lo fuertes que has sido.
Porque no importa qué, siempre aparece para mostrar su brillo y aún cuando no está presente (en su fase de luna nueva), sigue sintiéndose su poder,
Eres consciente de ti misma y eso te mantiene en balance. Estás en contacto con tu esencia, te mantienes firme con tus convicciones y no pierdes de vista lo que te ha hecho tan inquebrantable.
Cada vez que están en presencia de la luna, valoras las relaciones que tienes, la persona que eres y el entorno que te rodea. Te recuerda que debes agradecer por todo lo que has logrado y te hace soñar con lo que vendrá después.
Te sientes pequeña frente a ella pero al mismo tiempo te recuerda tu valor. Porque sabes que has luchado mucho y que todas esas heridas que tienes son señal de que has sobrevivido a las batallas más duras.
La luna te ha enseñado a ver tu verdadera belleza porque brillas como ella. Has aprendido a ser auténtica, a escucharte y aceptarte. Ahora sabes que no necesitas quedar bien con nadie ni tampoco fingir algo que no eres para encajar. Por nada en el mundo pierdes de vista tus valores y eso permite tener los pies en la tierra siempre. No te dejas de nadie porque sabes lo mucho que vales.
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