No siempre es fácil sonreír al mundo cuando por dentro sientes el corazón roto. No es sencillo actuar con normalidad cuando parece que cada fibra en tu interior está gritando que el mundo pare, que necesitas un descanso.
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Lamentablemente el mundo no es justo —es bello— pero no es justo. Nos toparemos con mil sinsabores en nuestro día a día, nuestro corazón se romperá en algún momento, y la frustración en ocasiones será el aire que respiremos.
Pero no todo es negativo, tranquila. Aunque es verdad que te sentirás rota algunas veces; la vida continúa, y también te hará reír, te hará amar, te hará agradecer que puedas seguir disfrutando de ella, y sí, hasta encontrarás la gratitud en el dolor.
Los obstáculos son inevitables
Las tormentas son inevitables en nuestras vidas. Llegamos a enfrentar un sinfín de obstáculos desde el momento que nacemos. Algunos tienen batallas más fuertes, otros unas más sencillas.
Sin embargo, en toda vida hay momentos en donde se rompe nuestro corazón. Algunos por problemas familiares, otros por desamores, y así hay cientos de razones.
Es fácil llegar a cuestionarnos sobre el porqué nos tocan ciertas situaciones. De ninguna salimos completamente ilesos, un pedazo de nuestro corazón se rompe, y dejamos de ser los mismos.
Sonreír es de heroínas
Pero eso está bien. Nada en el mundo es estático, y todas estas batallas solamente nos vuelven una persona más fuerte, y mucho más sabia.
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De los tiempos de diversión y estabilidad poco se aprende. Mientras que de las lágrimas, y los tropiezos sacamos las más valiosas lecciones que nos harán mejores
No es que necesites del sufrimiento para aprender, pero en definitiva, es el mejor maestro porque dejas de tener opción. Cuando enfrentas un obstáculo no existe la elección de esconderse.
Enfrentas tus problemas o los enfrentas, porque el mundo no va a parar. No puedes dejar que el dolor controle tu vida porque todo será siempre oscuro a tu alrededor.
No obstante —si por el contrario— exploras ese dolor para encontrar las lecciones y no caer en los mismos errores, tu vida solamente brillará más.
Muchas veces caemos una y otra vez con la piedra sin entender que en ese lugar solamente encontramos dolor. Esto sucede cuando no nos enfrentamos ni nos echamos un clavado a nuestro interior.
¿Hay beneficios en sonreír?
Esto es una reflexión sobre la fortaleza que hay en sonreír. Pero eso no es todo, hasta la ciencia habla sobre los beneficios que tiene y los efectos positivos que tiene en nuestro cerebro.
La propiocepción es la comunicación que existe entre tu cerebro y tu cuerpo. Tu cerebro le dice a tus músculos qué hacer; si estás contento, los músculos de tu cara recibirán la orden y se formará una sonrisa, por ejemplo.
Sin embargo, esta comunicación no es unilateral, es de doble vía. Es decir, si tú sonríes aunque tu cerebro no esté dando la orden ni esté siendo genuino tu sentir, tu cerebro recibirá la información de los músculos. Éste buscará ser congruente, y tu estado emocional irá cambiando al optimismo.
Obviamente esto no es una vacuna ante la tristeza, la ansiedad o la depresión. Solamente es una forma de decretar que tu día puede cambiar, y disipar un poco la niebla de la negatividad que puede estar rodeándote.
Hasta Darwin exploró la teoría de la retroalimentación facial. Constata en cómo la simulación de una emoción puede provocarla realmente en nuestra mente. Asimismo hay estudios recientes que siguen encontrando pruebas irrefutables. Te recomendamos estos dos estudios: éste plantea que si sonríes mucho tiempo empezarás a sentirte mejor, y este por el contrario, cuenta cómo si dejas de sonreír puedes empezar a deprimirte.
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