Las películas siempre han enseñado que la atracción física es suficiente para comenzar una relación. Que «tener química» es la clave para mantener la llama del amor encendida y que los besos y las caricias, son garantía de que el amor será eterno. Sin embargo, el amor verdadero es mucho más que eso.
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Crecer con la idea de estas historias románticas puede ser un arma de doble filo ya que muchas veces, hace que terminemos con la persona equivocada. Y es que si le sumamos el hecho de que las mujeres vivimos bajos una presión constante de «tener una pareja» para alcanzar la plenitud, es muy fácil conformarnos con amores a medias o migajas.
El amor parece estar pasando por tiempos complicados Parece que cada vez es más difícil encontrarlo y termina siendo más fácil conformarse con la primer persona que nos hable «bonito».
La atracción o la química inicial que sentimos cuando vemos a esa persona, no bastan para forjar una relación duradera y mucho menos una que sea buena. Hay muchas cosas de por medio que te van enseñando que la clave no es lo que hay en la superficie sino al interior.
La realidad es ésta: el miedo a la soledad y al qué dirán no sólo hace que entregues tu corazón a la persona equivocada sino que tambien, te quedes donde no te tratan como mereces.
Quizá a veces te sientes culpable por ser «demasiado exigente» o por pensar que «mereces más», ¡pero es que es verdad! Es decir ¿por qué conformarte con pedazos de amor? ¿Por qué aceptar ser un plato de segunda mesa?
Deja de creer que debes quedarte al lado de alguien que no te hace feliz o que no te trata como mereces por cumplir con los estándares sociales. Deja de creer que tu valor depende de una relación. Deja de creer que es mejor tener «cualquier cosa» que nada.
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No aceptes menos. Nunca. Eres hermosa y mereces alguien que pueda ver tu belleza aún en la oscuridad. Eres inteligente y mereces alguien que admire todo esa capacidad que tienes. Eres fuerte y valiente y mereces alguien que no se sienta intimidado sino poderoso a tu lado.
La rutina hace que se vuelva más fácil amar a alguien que ya creemos que nos ama pero tarde o temprano esto se vuelve algo insostenible. Piénsalo, es agotador invertir más tiempo en alguien que no está dispuesto a trabajar en la relación como lo haces tú o que no puede verte como prioridad. Quien te ame de verdad, te dará tu lugar siempre, estará orgulloso de tenerte a su lado y nunca te hará dudar de lo que están construyendo. No pretenderá cambiarte ni tampoco saboteará tus sueños e ilusiones.
Lo sé, es fácil acostumbrarse a que «no va a cambiar»; es fácil hacerse a la idea de que «así deben ser las cosas». Romper con patrones tóxicos es muy complicado pero no imposible. Aunque puede haber muchas cosas de por medio, nunca permitas que te hagan menos.
No es sano pasar los días convenciendo a la otra persona que te ame. Sin darte cuenta se convierte en una obsesión que deforma la realidad, cambia tus valores y te dudar de quién eres y lo que vales. Cuanto más tiempo te obsesionas, más pierdes. Amar a alguien que no te quiere de vuelta es muy doloroso y nunca te sentirás segura o feliz en la relación, ¿por qué quedarte ahí?
Mereces un amor que te acompañe en tus momentos más vulnerables, que sepa que no eres perfecta pero que son tus imperfecciones lo que te hacen tan adorable. Esa persona verá en ti al ser más hermoso aún cuando sientas que no lo eres.
Te mereces un amor completo que no te haga dudar de lo hermosa o interesante que eres. El amor no se obliga, de lo contrario, no es amor. Mereces ser amada por todo lo que eres. Mereces ser adorada y admirada. Así que no te quedes si tienes que luchar porque te volteen a ver. Ten paciencia pero sobretodo, amor hacia ti misma y el amor que mereces llegará sin esfuerzo.
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