Hace décadas escuchamos que el factor genético en el cáncer de mama es relevante. Por lo mismo, quienes tienen una madre, abuela o tía que lo haya sufrido, no deben dudar en realizarse una mamografía antes de los 35 años, la edad recomendada para empezar para aquellas sin antecedentes familiares. Aunque seguramente te habrás topado con mujeres que no contaban con antecedentes, e igual las diagnosticaron.
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Entonces, ¿qué tanto influye el factor genético? El doctor Camilo Torres, jefe del equipo de mama del Instituto Oncológico Fundación Arturo López Perez (FALP), en Chile, dice que existen distintos genes, como pre-cáncer 1 y pre-cáncer 2, y estos son de alta penetración cuando están mutados, pero eso es una parte de la historia.
«Hay otra genética asociada con genes menos conocidos, que todavía no están identificados porque existen muchos genes en el genotipo humano. Esa genética está encubierta y, por lo tanto, es difícil de reconocer porque es menos frecuente, y cuesta más tener familiares con la enfermedad clínica. Las personas son portadoras de estos genes, y muchas veces por las dos líneas (materna-paterna), se transfieren estos genes menos conocidos. En definitiva, el cáncer de mama sí se relaciona con la genética, pero sólo conocemos la punta del iceberg”.
Un caso genético conocido es el de la actriz Angelina Jolie, quien se extirpó sus senos cuando se enteró que llevaba el gen BRCA1 (de hecho su madre murió de cáncer), el cual aumenta significativamente la probabilidad de desarrollar cáncer de mama y ovarios. El doctor Torres detalla que el valor de un examen genético para verificar la presencia de ese gen asciende al menos a mil doscientos dólares y que se recomienda cuando tenemos dos o más familiares con esta enfermedad, y especialmente si lo han presentado a temprana edad.
Por su parte expertos del Instituto Nacional del Cancerología, en México, señalan a través del estudio Riesgo de cáncer de mama mediante Breast Cancer Risk Assessment Tool, que las alteraciones especificas en ciertos genes (BRCA1, BRCA2) sólo representan el 10% de todos los cánceres de mama, mientras que, factores como el área geográfica de residencia, la historia familiar, los antecedentes de hiperplasia intraductal (afección benigna (no cancerosa) en la que hay más células que lo normal), la clase socieconómica, el número de hijos y otros tipos de cáncer también juegan un papel importante en el desarrollo de esta enfermedad.
El diagnóstico
De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer, una mujer puede tener un riesgo muy alto de padecer cáncer de seno si tiene antecedentes familiares muy marcados de la enfermedad (especialmente seno u ovarios) o si tiene una mutación muy nociva en gen BRCA1 o en el gen BRCA2 o bien, en uno de los varios genes asociados con el riesgo de cáncer de seno (TP53 o el PTEN).
Se cree que entre el 5 % y el 10 % de los cánceres de mama son hereditarios, causados por genes anormales que se transmiten de padres a hijos.
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La operación más común para reducir el riesgo es la mastectomía bilateral preventiva que consiste en extirpar completamente ambos senos incluyendo los pezones o bien, extirpar todo el tejido de seno posible, dejando intactos los pezones. Ésta última permite que los senos se vean más naturales cuando la mujer solicité una reconstrucción de los senos. Sin embargo, la mastectomía total tiene un mayor porcentaje de reducción de riesgo de cáncer de seno.
El efecto Angelina Jolie
Aunque la actriz de Hollywood es un ejemplo de fortaleza, tomar esta decisión implica asumir las consecuencias. En 2014, cuando la actriz de Hollywood se encontraba en la cúspide de su carrera, decidió someterse a una doble mastecnomía.
Consciente de la perdida de su madre y abuela a causa del cáncer y luego de un examen que mostraba indicio de cancer, la actriz decidió entrar al quirófano y luego proceder a una reconstrucción mamaria, los resultados fueron favorecedores, vivió una menopausia temprana, pero se libró del cáncer de seno.
7 cambios que experimentan tus senos
Muchas veces el cáncer de mama no puede ser detectado a tiempo, pues puede que no cause ningún síntoma.
El bulto puede ser demasiado pequeño para ser palpable o para provocar cambios inusuales que puedas detectar por tu cuenta.
Aquí te decimos cuáles son esos cambios inusuales del cáncer de mama según la Asociación Americana del Cáncer.
1.- Aparición de un bulto en las mamas o debajo del brazo (axila)
2.- Cambios en el tamaño o la forma de las mamas
3.- Enrojecimiento o descamación del pezón o los senos
4.- Endurecimiento o hinchazón
5.- Secreción del pezón
6.- Irritación o hundimientos en la piel
7.- Dolor en cualquier parte del busto
Estos cambios pueden ser también indicios de afecciones menos graves y no cancerosas, como una infección o un quiste. Por esto es importante que un médico revise inmediatamente cualquier cambio en las mamas.
Lo que no deber perder de vista
Alimentación balanceada
Es recomendable llevar una alimentación balanceada y alta en fibra para prevenir esta enfermedad.
Lo ideal es consumir brócoli, acelgas, espinacas, uva y papaya, que le harán bien a tu organismo y lo protegerán.
Evitar consumo de grasas
Es muy importante disminuir el consumo de grasas y azúcares, pues así tu cuerpo se mantiene limpio y saludable.
Practicar ejercicios para un peso adecuado
Los ejercicios son muy importantes para mantener un peso adecuado y protegerte del cáncer de mama.
Trata de dedicar al menos unos 30 minutos diarios a ejercitarte, y verás cómo te ayudará a mantenerte saludable y con un peso ideal.
Revísate constantemente
Es muy importante que después de los 20 años te revises, y realices una autoexploración mamaria mensual, preferiblemente durante el quinto día de la menstruación.
Hazte una mastografía
A partir de los 34 años debes hacerte una mastografía si tienes antecedentes familiares con esta enfermedad.