Un día, puedes ir paseando por la calle y escuchar un grito. Observas como la gente se percata y sigue caminando. Tu actitud, podría ser de continuar el paso, como los demás. Esta conducta corresponde a la psicología de masas, y a cómo el ser humano se comporta conforme observa en su entorno.
PUBLICIDAD
«En algo donde encontramos mayor debilidad compartimos grupalidad», expone María Folco(MN 45189), docente y licenciada en Psicología por la Universidad de Buenos Aires(UBA), con una Maestría en políticas públicas, diplomatura en género y diversidades y actualmente trabajando en una investigación sobre las nuevas infancias.
Por su parte, Gladys Sotto-(MN 60985), recibida en Psicología también por la UBA y especialista en infancia y familias-, afirma que la psicología de masas es «un corrimiento del interés individual en función de hacer un lazo con el otro» que coloca al sujeto en una misma vivencia social y de alguna manera te da pertenencia», y la compara con el amor.
«Se cierra a renunciar al narcisismo y en sociedad lo pensamos. El ser humano necesita estar enlazado a otro», sostiene.
CUARENTENA Y POSICIONAMIENTO.
Sotto, cita el aislamiento como un elemento relevante en la actuación de los individuos.
PUBLICIDAD
«En medio de la pandemia nos aíslan y todo eso hace que cada uno pueda ser responsable de sí mismo pero está, de una manera y distanciada del otro y eso podría ser un punto de identificación y de unión pero es muy endeble y que no se puede sostener por mucho tiempo, entonces a partir de distintas líneas de pensamiento que se van transmitiendo por las informaciones que uno va recibiendo de alguna manera se va a ir alineando o haciéndose causa común y sintiéndose mas identificado con los que nos rebelamos con esa pauta de aislamiento o los que la seguimos, pero ya no tanto por el concepto del cuidado, o de ‘esto lo superamos en conjunto, ‘de esta salimos todos juntos’, alguna palabra que está identificando a ese grupo», desarrolla.
Folco, cita a los medios de comunicación como un elemento esencial en el posterior comportamiento de la persona.
«Me parece que son un punto que juegan como protagonismo en esto que no es menor, que manejar comunicación es manejar poder, de hecho las masas se basan en que hay uno que sabe y que puede controlar. En los medios de comunicación podemos encontrar algo para reflexionar. Y ahí encontrábamos que cuando la información era mas encriptada manejábamos con más control. Con los medios de comunicación de lado, se fueron volcando a la sociedad, de esa manera también los sujetos se iban alineando», expone.
¿CÓMO DE CONTAGIOSO ES EL MIEDO?
No salgas. Quédate en casa. Cuídate. Cuidemonos los unos a los otros. Son eslóganes, repetidos por figuras públicas y mediáticas que van adhiriéndose a algunas personas, que transforman la precaución en miedo.
María, declara que «el miedo de alguna manera nunca es descontrolado, o bajo el control y el dominio es un factor que complica el desarrollo en la vida cotidiana».
Asimismo, menciona la soledad, algo a lo que mucha gente no se había enfrentado antes.
«Compartir la soledad de cada uno, forma parte de una de las aristas d la vida, pero cuando la soledad viene por el aislamiento o miedo termina siendo el detonante de muchas estas expresiones. Entran en circuitos cómo estos masificados», señala.
Varios doctores, son repudiados en su edificio o, por el contrario, agasajados. La pregunta es, ¿basta con que una sola persona se decida por un bando u otro para que el resto la sigan?
«Es probable que haya un efecto domino de quien denuncie algo que pueda ser peligroso para el otro, respecto al miedo y seguramente se va a sumar al otro y quizás para alguien que le podía ser indiferente, a partir de la insistencia con esto se puede generar ese efecto», comenta Gladys.
LOS GRANDES VILLANOS DE LA HISTORIA Y SUS FANÁTICOS
Ambas profesionales, aseguran que en este fenómeno es muy importante la figura de un líder.
Hitler, que fue elegido popularmente por las masas, Stalin, figura de culto en Rusia al igual que Mussolini en Italia, las 914 personas que se suicidaron en una secta en 1978, por la manipulación del mandamás, el «reverendo» Jim Jones.
Todo esto pertenece a un colectivo, que, con determinadas tendencias e ideologías, se dejan arrastrar por el capitán del barco.
«Todo lo que tiene que ver con estos colectivos de fascismos, nazismos, extremistas, son normales que se establecen de una forma autoritaria.Los colectivos más extremistas donde las normas son más autoritarias de bajar la organización interna, de alguna manera les atropella la obsesión, el fanatismo«, sostiene Folco.
Mientras, Gladys apunta que «por supuesto van a haber los que convocan de un extremo a otro que puedan ser positivos o negativos, enfermantes o, extremistas,».
«Tiene que ver algo con el ser humano, con la esencia nuestra», dictamina.
Folco, se remonta al psicoanálisis y plantea «¿Por qué criados y nacidos en un mismo grupo familiar o con los mismos contextos o desarrollados en la misma época histórica los sujetos pueden salir disparados para un lado o para otro?»
«Esos lazos que se arman, ese vínculo y en ese desarrollo en comunión con los otros va a ir cambiando y va a ir modificándose y ahí aparecen más debilidades o vínculos creados a partir del temor, a partir de la violencia o del sometimiento. Uno aprende y después reproduce, conductas aprendidas.
La psicóloga apela a la infancia y crecimiento.
«Cuando nos replanteamos fracasos o determinados cuestionamientos en la vida adulta, yo siempre invito en una de las materias que doy en la Facultad que es pensar por qué es tan importante estudiar cuestiones que tienen que ver con el apego, esto de los primero vínculos primarios».
Folco, asegura que cuando una persona adquiere ese hábito aprehendido, tiende a repetirlo y esto, según la educación, puede conducirla a esos movimientos.
CUANDO LAS MASAS SALVAN
La psicología de masas, podría ser positiva, desde el punto de vista de denuncias.
Cuando Thelma Fardin, en diciembre de 2018 publicó un video en el que hacía público que había sido violada por el actor Juan Darthés, las llamadas por denuncias de acoso, maltrato o violencia sexual se duplicaron hasta alcanzar un 1240%.
«Hay batallas que no son para la soledad. Hay algunas batallas que son para estar juntos», sostiene Sotto.
La psicóloga agrega que todo lo que pasó con el movimiento feminista en ese momento fue tan doloroso «porque apuntaba al quiebre social y al aislamiento para no estar solo», lo que producía hacer frente al problema.
«Cuando nos desprendemos de algo en spot de esto aliviana un poco la carga. En el caso de las luchas y las denuncias donde se encuentra un grupo minoritario nos hace sentirnos un poco mas útiles y esto tiene q ver con las batallas compartidas», especifica Falco.
¿SOMOS TODOS PSICOLOGÍA DE MASAS?
«Uno sostiene y repone lo que el otro necesita y le falta hasta que el otro puede resolver solo. Le vamos acompañando pero la psicología de masas implica una pérdida de la individualización que termina siendo algo positivo o no hecho más por otro pero no con uno mismo»dictamina Falcó.
Sotto, añade que la psicología de masas es «algo inevitable».
«Hay cuestiones que están dentro de un contexto y situaciones distintas q pueden hacer uso de esta condición humana o tendencia o estructuras para fines perversos.Se puede llegar a dar. Estamos conformados para que esto pueda darse, si no no habrían surgido todos estos movimientos anteriores o tampoco aquellos q están más predispuestos a conformarse para un cambio positivo, y un cambio de la estructura social.La condición en el ser humano está,»concluye.
EL EMPERADOR ESTÁ DESNUDO
Hay un cuento muy conocido, llamado El traje del emperador, escrito por Hans Christian Andersen, publicado en 1837.
Para hundir al emperador, los opositores urden una trama en la que contratan a un sastre.
Este, le comenta al emperador que el traje que le ofrece será invisible para aquellos estúpidos o incompetentes.
Mientras finge mostrarle la tela, el emperador, nervioso, por no poder verla, llama a dos hombres de confianza, que no dudan en alabar el traje.
Los conspiradores, hicieron la pantomima de colocarle la inexistente prenda y el emperador salió a un desfile, totalmente desnudo.
Todos los vecinos, lo alabaron, aún viéndolo sin ropa, pero con temor a las represalias o dudando de su propia vista.
Todo iba bien hasta que un niño gritó «¡El emperador va desnudo!»
La multitud, se hizo eco, y comenzó a reírse de él, hasta que el mismo emperador se dio cuenta y pasó por la mayor humillación de su vida.
