Si haces mucho ejercicio y no ves resultados es muy probable que no estés siguiendo la rutina adecuada para ti. La actividad física puede traer grandes beneficios, pero si realiza la rutina adecuada a tu tipo de cuerpo, el trabajo será más notable en poco tiempo.
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Existen tres principales tipos de cuerpo y esto dependerá en gran medida de la genética, aunque existen otras variantes que influyen.
El tipo de cuerpo determina la rapidez con la que se aumenta la grasa corporal y la masa muscular, de modo que el ejercicio y la alimentación es diferente para cada uno de estos.
Estos tres tipos son los ectomorfo, mesomorfo y endomorfo y a continuación te explicaremos cómo es el funcionamiento general de cada uno, además del tipo de entrenamiento ideal.
Ejercicio para cada tipo de cuerpo
Ectomorfo
Este es el típico: “Como de todo y no engordo”. Estas personas suelen ser muy delgadas, con poca grasa corporal y muscular. Por lo general les cuesta aumentar el peso y la musculatura.
Este tipo de personas requiere un entrenamiento enfocado en el peso y con poco cardio. Además deben llevar una alimentación alta en carbohidratos.
Mesomorfo
Es esa persona que está en la mitad de los tres tipos de cuerpo. Puede aumentar masa muscular con facilidad, pero sin se descuida puede aumentar de peso.
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Este tipo de cuerpo requiere de un entrenamiento variado, que mantenga un equilibrio entre las pesas y el cardio.
Igualmente, su alimentación debe ser equilibrada y no exceder ningún macronutriente.
Endomorfo
Este es el tipo de cuerpo más redondeado. Suelen acumular grasa con facilidad, sin embargo al momento de entrenar pueden tomar una figura más curvilínea, en el caso de las mujeres, o muscularmente desarrollada, en el caso de los hombres.
Estas suelen concentrar su entrenamiento en el cardio y hacer pesas con pocos kilos.
Requieren de una dieta con carbohidratos y grasa muy controlados.