Por estos días, las noticias y consejos sobre cómo evitar enfermedades contagiosas y mantener un buen estado de salud abundan, más aún por el tema de la pandemia.
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Pero hay pocas personas, en medio de esta marejada de información, que lo hacen en serio. Uno de ellos es el médico internista Rawdy Reales Ríos, de la ciudad de Valledupar, quien desde hace unos años educa a personas relacionadas con el ámbito de la salud y al público en general por medio de las redes sociales.
En su canal de YouTube publica videos que trata todo tipo de temas, pero en cuanto a la pandemia, tiene una experiencia que va más allá de dar solo información útil. De hecho, la ha vivido en carne propia. El doctor actualmente es especialista en medicina interna y está en Bogotá desde el año pasado. Él le contó a PUBLIMETRO el cómo es trabajar en medio de la COVID-19 y más áun, lo que es padecerla.
¿Cuál es su trabajo actualmente?
En hospitalización para adultos, también me he desenvuelto en unidades de cuidados intensivos y he vivido la Covid-19 muy de cerca.
Antes de la pandemia, nuestros pacientes principales eran pacientes cardiovasculares, hipertensos, diabéticos, infartados, etc. Sin embargo, todo ha cambiado y nos obligó a todos los profesionales de la salud a estar dentro y estar muy inmersos en la pandemia .
Esta labor ha traspasado un poco más del querer y se ha vuelto en una obligación, porque nosotros los especialistas en medicina interna somos los que atendemos a la mayoría de enfermedades del paciente adulto.
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¿Cómo es convivir con el virus siendo médico?
Lo hablé con un par de amigos una semana antes de enfermarme: es muy complejo todo lo que hay que vivir. Desde que llega uno a su sitio de trabajo, cambiarse completamente, ponerse el uniforme, luego, otra bata que tapa completamente, el tapabocas, guantes, gorro, gafas, y podría durar así, si va bien el turno, unas ocho o nueve horas.
Todo este impacto que trae el día es muy complejo.
¿Cómo fue ese proceso de sentir que estaba enfermo? No es lo mismo vivir la enfermedad cuando eres profesional de la salud.
Es difícil vivir la situación como médico, y también es difícil vivirla como paciente, por dos razones fundamentales. Existe un temor profundo cuando uno conoce realmente la enfermedad, lo más frecuente es que el coronavirus, cuando infecta a una persona adulta, anciano, o a una persona que sufre de alguna enfermedad, esperas que esa persona se complique; pero cuando conoces realmente lo que está pasando y atiendes todos los días pacientes, te das cuenta de que hay personas jóvenes de 25 años que sin padecer de absolutamente nada están graves, con un tubo en la boca o se han muerto.
El temor aumenta muchísimo más porque dices: » Bueno yo no quiero que me pase esto, y a pesar de ser una persona sana y que el riesgo sea tan bajo estoy propenso a que me ocurra porque a personas que tampoco sufren de nada, esta enfermedad las ha golpeado muy fuerte».
¿Qué síntomas experimentó?
Soy una persona muy efusiva: el día en que me enfermé me sentí que no era yo.
Mi primer síntoma fue una diarrea, (yo no registré síntomas respiratorios) y luego el cuerpo no me respondía. Tenía temor de estar enfermo, y la razón era que el virus se transmite muy rápido y yo estoy en contacto permanente con muchas personas.
Es importante aclarar que todas las partes donde yo trabajo han cumplido a cabalidad con sus elementos de protección personal, es decir yo no tengo quejas y no puedo decir “¡No! Es que me contagié porque no me dieron los elementos de bioseguridad».
Yo lo esperaba, pero núnca deja de sorprender, porque uno espera que sea una gripa común; como me dieron el resultado positivo, se tomaron las medidas pertinentes y ahora estoy en casa recuperándome.
¿Ha sentido algún otro síntoma fuera de lo normal?
Sí, la pérdida del gusto y la pérdida del olfato, mucho dolor de cabeza, síntomas gastrointestinales.
¿Cómo es cuidarse solo en medio de un padecimiento como el coronavirus?
No es tan complejo cuando ya estás acostumbrado a hacerlo, pero el asunto es sentirse y estar solo, más en una situación compleja y que además tiene un impacto emocional muy importante.
Es demasiado difícil, porque de pronto cuando la enfermedad es leve tú tienes la capacidad de hacer tus propias cosas, de hacer todas las actividades, levantarse, bañarse, cocinar; pero sentirse solo y ya estando un poco mejor es muy difícil porque esto le pega uno emocionalmente muy fuerte hasta el punto que quisiera salir corriendo, no quisiera estar encerrado, quisiera que todo pasara rápido y regresar a mi trabajo.
Lideró una campaña muy importante para hacerle un llamado a las universidades sobre el valor de las matrículas, aún más por el tema de los estudiantes de la salud.
Una de las cosas por las cuales yo siempre he luchado es por el bienestar de todos los profesionales de la salud, de todos los ámbitos.
Levanté mi voz y se pudo escuchar en muchas partes, pudimos contactarnos con varios Senadores y logramos impactar positivamente en las universidades que de alguna u otra manera sintieron el clamor y con algunas se pudo hacer ese descuento que todos queríamos y que todos necesitábamos, más de un querer era una necesidad.
¿Qué piden los médicos?
Nosotros no somos héroes: el clamor nuestro no es que nos quieran hacer ver como héroes, ni que nos llamen así, queremos que vean nuestra profesión con dignidad y que nos traten con respeto, eso es fundamental para que como sociedad encajemos y podamos de alguna u otra manera llevar a cabalidad nuestra labor.
Esto es un llamado porque nosotros también estamos expuestos, si fuéramos héroes no tendríamos miedo y evidentemente nos daría igual lo que está pasando, porque “somos inmunes”, pero estamos es básicamente para ayudar a todas las personas.
¿Qué le dice a las personas que aún no se toman esta pandemia en serio?
La obligación no solamente es del Estado, de los profesionales de la salud, sino también de las personas que están en riesgo, que somos los 45 millones de colombianos. Se han hecho recomendaciones puntuales, evitar las aglomeraciones, los lugares muy concurridos, el adecuado uso de elementos de protección personal y la adecuada higienización.