Si de pronto comenzaste a notar unas ligeras manchas cafés en tu rostro, es importante que sepas qué son exactamente y cómo puedes tratarlas.
Las mujeres sufrimos mucho con la piel con el paso de los años y si a eso le añadimos factores como el sol, la contaminación y la exposición constante a luz artificial de los dispositivos móviles, terminamos afectando nuestra salud.
Estas manchas suelen ser conocidas por muchas como «paño» pero su nombre oficial es melasma.
Si bien el melasma no es doloroso y no presenta ningún riesgo para la salud, puede causar angustia emocional significativa para quienes lo padecen. La afección puede ser difícil de tratar y hay mucha información errónea sobre las causas, según los especialistas de la Clínica de Trastornos Pigmentarios y Multiétnicos de la Piel del Hospital General de Massachusetts.
El melasma a veces se conoce como la máscara del embarazo, porque suele desencadenarse por un aumento de hormonas en mujeres embarazadas.
Aunque los factores externos mencionados influyen en la salud de nuestra piel, hay otras razones que tienen que ver más con nuestro organismo.
No solo está asociado con el embarazo, sino que también puede afectar a las mujeres en todas las etapas de la vida. Hay mujeres que lo desarrollan en la adolescencia, o en los 20 o 30 años.
Una condición persistente y molesta.
Según la Academia Estadounidense de Dermatología (American Academy of Dermatology), es más probable que tengas melasma si tienes un tipo de piel más oscura, ya que tienes células productoras de pigmento más activas. El melasma aparece cuando estas células se vuelven hiperactivas y producen demasiado pigmento en ciertas áreas de la piel. El mecanismo es similar a lo que causa las manchas marrones y las pecas, pero los parches de melasma tienden a ser más grandes.
El melasma es más común en las mujeres, pero también puede afectar a los hombres. Puede tener un componente genético, ya que a menudo se ejecuta en familias.
Melasma tiene muchas causas diferentes pero estas dos son las más comunes.
Hormonas. Las fluctuaciones en ciertas hormonas pueden causar melasma, por lo que ocurre comúnmente durante el embarazo. El melasma también puede ocurrir cuando comienza o detiene la anticoncepción hormonal, incluidas las píldoras anticonceptivas, o cuando toma terapia de reemplazo hormonal, dice el Dr. Gilchrest.
Exposición al sol. El sol es el gran culpable de desencadenar el melasma. Este puede ser causado o empeorado no sólo por los rayos del sol, sino también por el calor y la luz que rebota. Esto significa que incluso los protectores solares que protegen contra el cáncer de piel no son suficientes para evitar el melasma.
Tratamiento
El primer paso en el tratamiento del melasma consultar con dermatólogo para que examine las manchas y descartar que se trate de algo más importante. A partir de esto, el especialista le dará el seguimiento más adecuado.
Establece un buen régimen de limpieza. La contaminación ambiental puede contribuir al melasma ya que debilitan tu piel y te vuelven aún más sensible al sol. Limpia tu rostro todas las noches antes de dormir para eliminar las partículas de suciedad y ayudar a proteger tu piel.
Combate el estrés de la piel con antioxidantes. Las vitaminas C y E pueden ayudar a sanar el daño de la luz solar. Por lo tanto, aplica unas gotas de un suero que contiene estas vitaminas para mejorar la salud de la piel y evitar los efectos nocivos de la exposición al sol.
Hidrata tu piel regularmente. Utiliza una buena crema hidratante después del suero para restaurar la barrera lipídica (grasa) de la piel, lo que ayuda a protegerla del daño.
Se paciente. Incluso con tratamiento, el melasma puede tardar meses en desaparecer. No hay solución de la noche a la mañana.
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