Bloqueador solar en tu rutina de belleza: esta es la razón por la que debes incluirlo

Permanecer más tiempo en casa no puede ser sinónimo de descuido en la imagen personal. La piel, para lucir luminosa y uniforme, necesita de un cuidado facial rutinario. Incluso, la cuarentena puede ser el pretexto que necesitabas para ampliar tu ritual de limpieza y «mimar» tu rostro.

El estrés, a consecuencia del confinamiento o la cuarentena, sumado al daño que la luz azul de los dispositivos electrónicos, ya sea por las horas de trabajo que ahora son incluso más largas que las que estamos acostumbrados o por el uso de recreación personal, pueden causar efectos irreversibles, como la aparición de manchas y arrugas tempranas.

Es por ello que el cuidado facial y la inclusión del bloqueador solar (antes del maquillaje) se vuelven imprescindibles y más ahora cuando se acerca la época seca, que implica una mayor exposición a los rayos solares. En verano, estamos expuestos con mayor intensidad a las consecuencias de los rayos UVB y UVA, que pueden dañar la dermis y ser un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer en la piel.

¿Cómo nos protege el bloqueador solar?

Un bloqueador solar es un producto que usted aplica a su piel para ofrecer protección contra los rayos UV.

Cuando seleccione un bloqueador solar, asegúrese de que ofrezca protección de espectro amplio (contra los rayos UVA y UVB) y con un factor de protección solar (SPF) con valor de 30 o superior. Un mayor número de SPF significa más protección contra los rayos UVB.

Por ejemplo, cuando se aplica correctamente un bloqueador con SPF de 30, usted obtiene el equivalente de un minuto de rayos UVB por cada 30 minutos que pasa bajo el sol. Por lo tanto, una hora en el sol con bloqueador solar SPF de 30 es lo mismo que pasar dos minutos totalmente desprotegidos del sol.

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¿Fuentes artificiales de radiación en nuestro hogar?

Nuestra fuente natural de radiación UV es el sol. Sin embargo, algunas fuentes artificiales de radiación UV incluyen camas bronceadoras, las luces de vapor de mercurio (se encuentran con frecuencia en los estadios y gimnasios escolares), algunas luces halógenas, fluorescentes e incandescentes, y algunos tipos de láser.

En los últimos años también se habla de la luz azul, la cual generan dispositivos electrónicos como computadores, celulares y otros equipos similares, luces LED, entre otros, con los que tenemos mayor contacto.

Lo ideal sería limitar la exposición a los mismos o activar el modo nocturno de los dispositivos; sin embargo, el uso del bloqueador solar también puede minimizar sus efectos.

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