La mujeres que no dejan pasar la oportunidad de probar un buen vino tienen algo muy especial. No sólo disfrutan de ese sabor dulce amargo en su paladar sino que también, tienen saben aprovechar los momentos más simples de la vida.
PUBLICIDAD
Sí, el vino es considerado una bebida sofisticada y hasta cierto punto pretenciosa pero alguien que disfruta de este, sabe que no se trata de presunción o lujo sino de gozo.
Muchas de las mujeres que disfrutan de esto son tomadas como almas viejas, capaces de encontrar paz en la soledad o en el silencio. Si lo tuyo es beber vino, sabes que no hay nada como llegar a casa después de un día estresante para servirte una buena copa, poner un poco de música relajante y ponerte a leer un libro o simplemente sentarte a respirar.
Las mujeres que aman el vino son consideradas almas viejas porque no se dejan llevar por el qué dirán, sólo disfrutan del momento Su alma parece volar libre, como si fuese un momento de transformación.
TAMBIÉN LEE: Para atraer una pareja emocionalmente fuerte primero aprende a amarte
Y es que piénsalo, en esta vida tan acelerada, llena de pendientes y preocupaciones, encontrar un momento de paz se convierte en algo imposible. Pero cuando disfrutas de esta bebida de los dioses, encuentras la belleza hasta en el propio caos.
No, no se trata de beber hasta perder la consciencia pero de algún modo, el vino ha estado presente en los relatos de grandes escritores que encuentran la sanación en este.
El vino te lleva a recordar lo bueno de la vida, te da una nueva perspectiva de la vida, en la que analizas todo lo bueno y malo que tienes alrededor y aprender de ello.
PUBLICIDAD
Una mujer que bebe vino es considerada un alma vieja porque posee mayor sensibilidad a la vida y tiene la capacidad de ver y pensar más allá de la superficie. ¿Cuántas veces no te has puesto a analizar todo tu entorno mientras das un sorbo y ves con sigilo todo alrededor?
TAMBIÉN LEE: Mereces un amor que te acompañe en tus momentos más vulnerables
Como alma vieja, tienes un insaciable apetito por el conocimiento. Eres una esponja que absorberá las enseñanzas del día a día.
Eres un ser creativo, capaz de transformar lo que hay a tu alrededor en arte. Para ti, el vino es un arte que te inspira a escribir, bailar o pintar. Es una invitación para tener una conversación profunda y también para convivir con tus seres más queridos. Posees una sabiduría que inspira a otros.
Eres consciente de ti misma y eso te mantiene en balance. Estás en contacto con tu esencia, te mantienes firme con tus convicciones y no pierdes de vista lo que te ha hecho tan inquebrantable.