El amor es complicado; no es como lo pintan en las películas y los libros más románticos donde los protagonistas libran la adversidad y son felices por siempre.
PUBLICIDAD
Sí, hay una sensación mágica detrás de un beso o el roces de sus cuerpos que te eleva por las nubes pero cuando vuelves a poner los pies en la Tierra, te das cuenta de que no es del todo lo que quieres.
Uno nunca imagina el dolor y las consecuencias detrás de amar tan intensamente. Hay un punto en el que nos cegamos ante el otro y nos dejamos llevar por el miedo a quedarnos solas.
Y no necesariamente tenemos que estar frente a un amor tóxico, basta con que sea uno que no está destinado a ser para que suframos.
Nos aferramos a la idea de estar con alguien, nos quedamos con lo cómodo y lo que parece estable. Pero olvidamos la parte en la que somos realmente felices.
TAMBIÉN LEE: Los amores incompletos duelen y no te dejan avanzar
El amor propio es el mejor escudo antipatanes
Probablemente has escuchado a la gente decir que para amar a otra persona debes aprender primero a amarte a ti misma. Si no tienes claro tu valor y olvidas quién eres, terminarás sufriendo con quien sea. Ahora imagina quedarte en una relación que no te conviene; ya sea porque te hace llorar o te hace sentir que algo te falta.
PUBLICIDAD
Hay momentos en la vida en que debes abortar la misión, darte la media vuelta y decir «adiós» a ciertas personas que amas para amarte a ti misma.
Aprende a decir «adiós» cuando tengas que sacrificar tu felicidad. Acostúmbrate a ser tu prioridad. No es saludable drenar toda tu energía por otra persona. Debes entender que no eres responsable de la felicidad de otros más que de ti misma.
TAMBIÉN LEE: Quédate con las personas que contribuyan a tu paz mental
Decir adiós es un acto de amor propio
Aprende a decir «adiós» cuando el otro espera algo de ti que no eres. Cuando te hace sentir que no eres suficiente o que «serías mejor» de otra forma. Nunca pierdas de vista lo que te hace tan especial.
Quien te ame de verdad, lo hará con todos tus defectos y virtudes y juntos buscarán construir algo que los haga ser mejores.
Dejar ir a alguien que amas o por el que sientes aprecio es difícil pero a veces es muy necesario. Es un acto de amor saber desprenderse de aquello que no hace bien.
A veces tienes que irte mientras sigues profundamente enamorada. Pero dicen que si eres lo suficientemente valiente como para decir adiós, la vida te recompensará con un nuevo saludo.
Es una decisión difícil y requiere de gran valor pero sobretodo, de un gran amor hacia ti misma. Nunca dejes que nada ni nadie apague tu brillo. Cuando aprendes a dar vuelta a la página, encuentras la forma correcta para ser plena y feliz.