La humanidad está pasando por momentos en los que parece que todo es caos y malas noticias. La actual pandemia por COVID-19 nos ha obligado a mantenernos aislados en casa, lejos de la vida en el exterior. Día a día la incertidumbre nos consume y es inevitable pensar lo peor.
Pero aunque pareciera que todo es caos, siempre es posible darle la vuelta a la situación, especialmente si eres una mujer resiliente. Porque no importa cuán favorables o desfavorables sean las condiciones, eres capaz de sacar provecho de la mejor manera. El encierro no es una prisión para ti sino una oportunidad para enfocarte en otras cosas que ignorabas y hacer algo bello de ello.
Todos pasamos por momentos complicados pero cuando eres resiliente, eres capaz de aceptar tu nueva realidad y tomar acción sobre cómo enfrentas la adversidad. Sí, cuando a nuestro alrededor hay tantos pensamientos negativos, es fácil caer en el pesimismo y en la decepción. Cuando nos rodean cuatro paredes que nos evitar correr o bailar con libertad, es fácil caer en la desesperación.
Pero cuando eres una mujer resiliente, esas cuatro paredes no se convierten en una prisión para ti. No hay cadenas que te detengan ni peso que te haga ir a paso lento. Y mientras que el mundo puede ser un lugar injusto, al final del día, eres capaz de encontrar la felicidad donde otros no.
Los problemas no definen quién eres ni lo que debes ser. No les das ese poder porque eliges enfocarte en las oportunidades que te da la situación para levantarte y ser mejor.
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Cuando eres una mujer resiliente, sabes actuar con cautela, encuentras respuestas y no dejas que las emociones te dominen. Es inevitable sentir frustración, desesperación o ira pero la resiliencia es un don que te hace capaz de transformar cualquier emoción negativa, impulsiva o hiriente en algo que te servirá para salir adelante.
No dejes de reír, de bailar o de sentir. La resiliencia dice que es necesario para afrontar cualquier situación, por más caótica que sea. Sigue siendo empática con los que te rodean, comprende lo que sucede y transforma las dudas en algo que te de felicidad. Sabes que esto es también necesario para crecer y que eventualmente pasará.
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