Nadie se propone estar en una relación tóxica. Todos buscamos una versión de “felices para siempre”, donde nuestras necesidades y las de nuestro socio se satisfagan en una vida compartida que construyamos juntos. Pero, por alguna razón, a veces eso no sucede. En cambio, lo que pensamos que era prometedor resulta ser poco saludable.
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Desde el exterior, puede parecer que una relación tóxica es fácil de detectar. Pero las cosas se vuelven más complicadas desde el interior, ya que la toxicidad a menudo puede envolverse en destellos de romance.
Si ese es el caso, y sospechas que estás en una relación tóxica, sabemos que es difícil. Puede ser hora de hacer algunos ajustes saludables.
Aquí algunos consejos para acabar con una relación tóxica
Escucha a quienes te rodean
Es probable que estés en negación. Si muchas personas te dicen que estás en una relación conflictiva o poco saludable, escúchalos y analiza la situación.
Observa tu relación con detenimiento
El análisis y la identificación del problema son cruciales. Debes ver si hay celos excesivos, control, codependencia, estas son características negativas entre parejas.
Descubre qué es lo que te hace sentir “atrapada”
Es probable que exista alguna especie de “recompensa” que te haga olvidar las cosas malas de la relación. Esto suele ser algo de poco peso en comparación con la toxicidad. Es importante identificarlo para entender que algo mejor podrías encontrar fuera de la relación.
Sé positiva
Es la mejor manera de enfrentar un problema. Mira todo como una nueva etapa llena de oportunidades y deja atrás los malos ratos.
Perdona y continúa
Lo más importante es no sentir rencor ni contigo misma ni con tu expareja. Deja atrás los problemas y llénate de buenas experiencias junto a amigos.