Los perros son seres muy especiales que fungen el papel importante en nuestra vida. Más allá de ser una mascota o un compañero de juegos, un perro funge el papel de guardián en todos los sentidos.
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Es un guía de luz, un protector de energía y según creencias ancestrales, no llegan por casualidad sino para cancelar algún karma familiar o personal.
Muchos creen que los perros son una especie de ángeles que pueden captar las energías que los seres humanos no vemos a simple vista. Por ello, saben cuando una persona quiere hacerte daño. Incluso si tuviste un perro que falleció, es posible que su espíritu siga rondando como una protección.
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La energía es la forma en que los perros se comunican entre sí y con sus compañeros humanos. Por lo tanto, tiene sentido que un perro experimente ciertas emociones cuando está cerca de otras personas y animales. Los perros confían en su capacidad de comunicarse con otros seres vivos a través de su lenguaje corporal, emociones y energía.
Cuando tu perro parece estar reaccionando de la nada, especialmente cuando está rodeado de ciertas personas, existe la posibilidad de que esté captando mala energía. Si tu perro gruñe, ladra, aulla o se muestra agotado o cabizbajo cuando está cierta persona cerca de ti, es probable que esté absorbiendo sus malas intenciones.
Los perros son maestros del amor incondicional. Son fieles, nunca olvidan saludarnos o mover la cola cuando nos ven. A cambio, estos ángeles de cuatro patas piden solo una cosa: amor, y algo de buena comida y agua.
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Nuestros amigos peludos, a menudo actúan como esponjas. Un perro siempre va a proteger a su amo, incluso de sus propias emociones negativas como la tristeza o el enojo pero sobretodo, de la energía tóxica que proviene de otras personas como la envidia o la malicia.
Tu perro es un ser espiritual, capaz de absorber las malas energías que te rodean, especialmente aquellas que provienen de personas tóxicas que buscan hacerte daño.
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Al igual que los humanos, los perros se sienten mejor cuando están rodeados de energía positiva y vital. La energía que nos rodea es importante para nuestra sensación de bienestar pues cuando es tóxica, afecta nuestro nivel de estrés y, por lo tanto, nuestra salud. Tu perro asume la responsabilidad de cuidarte sobre todas las cosas y si percibe que algo no está bien, se hará cargo.
Los antiguos griegos pensaban en los perros como genios, como «poseedores de cierto espíritu elevado». Platón se refirió al perro como un «amante del aprendizaje» y una «bestia digna de admiración». Muchos otros filósofos de su época, amaban la simplicidad de la vida del perro y alentaban a los seres humanos a emularla.
Los perros son los grandes compañeros de vida. Nos enseñan, nos aman, nos cuidan incluso cuando no les prestamos atención, alimentan nuestras almas y siempre nos dan razones para sentirnos bien.
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