Desde tiempos remotos, las mujeres han sido relacionadas con la parte «dulce» de la cocina: en los postres frutales, los pasteles decorados con flores y todo aquello que se considera «femenino» y «delicado».
PUBLICIDAD
Pero las mujeres que disfrutan de la cocina saben que requiere de un gran esfuerzo y dedicación crear la obra perfecta. Pero no sólo es cuestión de técnica o conocimiento, también de corazón. Por ello, las mujeres que aman cocinar tienen las almas más bellas.
La gente asume que tienes excelentes recetas, perfectamente estudiadas y armadas para que siempre salgan igual, pero en realidad no tienen una fórmula secreta y estructurada, fluyen y se dejan llevar por el momento.
Sí, conocen las porciones adecuadas, pero en general, conocen sus ingredientes, conocen a quienes les van a dar una probada de sus creaciones y sobretodo, van con las emociones del momento. Para ellas, la cocina es una forma de mostrar amor, una forma de alimentar el cuerpo pero sobretodo el alma.
Muchos de sus recuerdos están relacionados con la comida, desde hornear con la abuela, hasta preparar con mamá ese caldo de pollo «levanta ánimo». La comida es una puerta a la felicidad que despierta sus sentidos y para quienes aman cocinar, no hay nada como preparar esa felicidad ellas mismas.
Ya sea que cocinen para su familia, amigos o solo para ellas, siempre lo disfrutarán. Ver cómo las diferentes verduras, carnes y especias se combinan para dar ese sabor maravilloso, las hace realmente felices. Amar la cocina las ayuda a disfrutar de cada proceso en la vida, pues entienden lo importan te que es actuar con paciencia, amor, hasta ver los resultados más satisfactorios -¡incluso hasta cuando no lo son!.
Cocinar es un arte lleno de creatividad, donde bailas en tu cocina, mezclas tu imaginación con un toque y preparas una deliciosa comida que abraza el alma. No es correcto generalizar que la cocina es para las mujeres, pues también hay hombres que la disfrutan. Pero quienes disfrutan de ello, tienen la fortuna de ser felices y hacer felices a los demás. Si te encanta cocinar, sigue con la pasión. Es la mejor sensación de todas.