Quienes padecen ansiedad saben que es como vivir en una tormenta constante. A pesar de que es uno de los trastornos mentales más comunes, muchas veces es inevitable caer en la sensación de que estás completamente sola y que nadie te entiende.
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Pero no debes desesperarte, no es el fin del mundo. Basta con que te tomes un tiempo para respirar profundo y leer estos pequeños recordatorios que te devolverán un poco la calma.
No estás sola
Esta podría ser una de las cosas más comunes que has escuchado, pero a veces, puedes sentirte sola y que eres la única a la que le pasa. El trastorno de ansiedad y el trastorno de pánico tienen un espectro tan amplio que resulta un «alivio» saber que muchos otros están teniendo una batalla. Es posible que nunca te encuentres con alguien que tenga el mismo tipo de ansiedad que tú, pero encontrarás a alguien que puede entender lo que es sentirse ansioso.
Tu ansiedad no te define
No eres solo «una persona ansiosa» ni tampoco estás «enferma» o «loca». Eres un ser humano, con defectos y virtudes que te hacen única. La ansiedad es solo una pequeña parte de ti y no tendría por qué definir cuánto vales o quién eres. Antes que tu ansiedad, eres una hija, una hermana, una amiga o una madre; eres una artista o una cientSomos amables, amistosos, introvertidos, extrovertidos, tontos, serios, sensibles y empáticos. Eres mucho más que la ansiedad.
Nunca te sientas avergonzado o avergonzado.
No te sientas culpable por cancelar planes o abandonar una situación en la que te sentiste incómoda. No puedes controlar cuándo llega un ataque de pánico, y es difícil controlar la ansiedad por eso, no debes sentirte mal. Las personas generalmente comprenden cuando alguien se enferma físicamente y deberían hacerlo de la misma forma con quienes tienen algún trastorno mental. Tu bienestar es importante, y tu familia y amigos deberían entenderlo.
No hay nada malo en obtener ayuda.
Por alguna razón, la terapia psicológica se ha asociado con «locura» sin embargo, no es de locos acudir a una ni tampoco significa que eres débil por no poder lidiar con el problema sola. Al contrario, se requiere mucha fuerza para aceptar que necesitas ayuda y es un gran alivio una vez que la obtienes. Habrá personas, familiares, amigos, que estarán encantados de hablar contigo y tratar de entender lo que pasa pero también hay un punto en el que quizá necesites a un profesional de la salud que te guíe en tu lucha. No tengas miedo ni te avergüences por ello.
No te culpes por quienes se han alejado de ti
Habrá personas a quienes queremos recurrir. Queremos que nos ayuden, que nos hablen. A veces, podemos pensar que nadie más puede reemplazarlos en tu vida. Sin embargo, cuando padeces ansiedad, es común sentirte aislada y que todos se alejan Muchas veces, se crea una distancia con quienes no entienden lo que ocurre y muchas veces esa distancia es algo que crea tu mente. Esto se vuelve un ciclo vicioso en el que sientes que todos te han dado la espalda pero al mismo tiempo no quieres a nadie. Y claro, existen personas que se van porque simplemente no encajan en esta situación. Ante todo, no debes sentir culpa por quienes se van. Puede que incluso sea lo mejor para ti pues quienes se queden contigo, son quienes están dispuestos a apoyarte en tu lucha. También trata de entender que no todos tienen la capacidad para ayudarte, no porque no quieran, sino porque no saben cómo. Sé optimista, deja de ver a los demás, enfócate en ti y en tu bienestar.