Definir el amor es complicado, especialmente cuando existen tantas formas de amar a una persona. Muchas veces tendemos a confundir entre lo que es tener un amor romántico y un amor platónico. Y es que el corazón tiende a cambiar, transformarse o desaparecer.
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El amor no tiene que ser exclusivo de una persona. Puedes amar a varias personas de manera tan completa pero de maneras totalmente únicas. Puedes amar a una amiga tanto como a una hermana o a tu mascota tanto como a un amigo.
En el amor romántico, la relación se basa mucho en las reacciones químicas y la compatibilidad a nivel de superficie. Si te sientes atraída por alguien, pasas tiempo con esa persona y ambos están consientes de esos sentimientos a afecto, admiración y proyección futura, entonces se trata de un amor romántico. Cuando amas a alguien románticamente, el compromiso es crucial para tu relación. La felicidad del otro es lo más importante.
Cuando amas a alguien platónicamente, las cosas se pueden complicar un poco ya que por lo general, hay miedo y confusión de por medio. Tendemos a creer que se trata de un amor imposible o inalcanzable pero no es así. Tiene que ver con un amor que trasciende las fronteras de la belleza física, es decir, se idealiza y se lleva a lo más profundo de la esencia de esa persona pero no abarca el deseo sexual.
Cuando amas a alguien platónicamente, ese amor se sienta en tu vida como el café por las mañanas, es un hecho. Es posible que no necesite pensar en ello, atenderlo constantemente o incluso reconocerlo. Es confiable El amor romántico, por otro lado, está lleno de infinitas posibilidades. Se necesita planificación, creatividad, opciones y toma de decisiones. Debe acordar a dónde ir y qué quiere cuando llegue ahí.
El amor romántico puede ser sensible, emocional y tierno, que no son cosas malas. El amor platónico puede ser fuerte, inquebrantable y sin inmutarse. Puede tomar mucho tiempo sacudir una relación platónica. Podrían aparecer todas las sorpresas en el mundo, pero esta relación puede permanecer igual.