Se dice que beber cualquier cantidad de alcohol aumenta el riesgo de muchas enfermedades, incluidos los cánceres y las enfermedades hepáticas. Sin embargo, varios estudios también parecen sugerir que podría haber beneficios para la salud de una baja ingesta de vino tinto.
Una nueva investigación agrega apoyo a la idea de que un vaso pequeño de vino tinto al día en realidad podría ser beneficioso para tu salud, específicamente para tus bacterias intestinales.
Esta comunidad de billones de microbios que habitan nuestros intestinos inferiores se conoce como la microbiota intestinal. La investigación muestra que nuestra microbiota intestinal puede afectar múltiples aspectos de nuestra salud general y desempeñar un papel en muchas enfermedades, pero también dicta cómo nos afectan los alimentos que comemos o los medicamentos que tomamos.
Esto se debe en parte al hecho de que los microbios intestinales son responsables de producir miles de metabolitos químicos que tienen efectos en nuestro cerebro, metabolismo y sistemas inmunes.
Investigaciones previas en pequeños estudios en humanos y en modelos intestinales artificiales han sugerido que el vino tinto podría afectar nuestras bacterias intestinales. Y en un estudio reciente investigaron esta relación a gran escala de población en diferentes países para comprender cómo beber vino tinto puede afectar la salud intestinal en comparación con otras bebidas alcohólicas.
Se descubrió que beber vino tinto (incluso si se combina con otros alcoholes) está relacionado con un aumento en la diversidad de bacterias intestinales.
Hubo otros beneficios asociados de beber vino tinto también. Los que bebieron vino tinto tenían niveles más bajos de obesidad y colesterol «malo», lo que también se debe en parte a los cambios asociados en las bacterias intestinales.