Dentro de tus amigas, ¿existe una que sea mayor de 40 o 50 años y siempre luce como una mujer de 20 años?, si es así lo más probable es que ella sufra de un trastorno poco conocido y denominado Midorexia.
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Y es que la midorexia se presenta como un problema según el cual algunas personas sufren una crisis de autoestima por la edad que las lleva a tratar de conservar y lucir su juventud a toda costa.
Este trastorno afecta más (o de una forma más llamativa) a las mujeres de entre 40 y 50 años que tratan de vivir una segunda juventud volviendo la mirada a su aspecto físico.
Son los adultos conocidos en nuestra sociedad como los espíritus jóvenes y los delata su ropa, su vocabulario, sus hobbies, y hasta sus comportamientos. Lo peor del caso es que si no son aceptados pueden terminar en una terrible depresión.
“Son personas que teniendo una edad madura, aún actúan como jóvenes y hacen cualquier cosa para mantenerse radiantes, incluso se someten a cirugía estéticas para quitarse hasta 20 años de encima”, asegura la psicóloga Adriana Betancourt, al portal MásMedicina.
Por lo general, estas personas son fieles seguidores de las redes sociales ya que les da la sensación de sentirse jóvenes; usan prendas que no son aptas para su edad, además de que recurren al uso de productos milagro que les prometen retrasar los signos de la edad.
Aunque, en principio, la midorexia puede parecer algo negativo, como un trastorno propio de una persona que no acepta su propia edad y que se resiste a envejecer, también tiene algunos efectos favorecedores.
La midorexia puede hacer que una persona pueda vivir una segunda juventud, al no dejar que la edad sirva como excusa para dejar de disfrutar de su día a día. Por tanto, esforzarse por seguir un estilo de vida más juvenil puede ayudarla a no quedarse estancada en un estilo de vida demasiado estable y, quizás, aburrido.