Si sientes que la vida te sobrepasa y todo te hace daño debes revisarte. Es hora de darle un alto al estrés que a diario te aturde y se refleja en tu cuerpo con dolores de espalda, migraña o gastritis. Que incluso puede derivar en padecimientos más graves como hipertensión, obesidad o pérdida del deseo sexual.
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Existen cuatro acciones que puedes incorporar a tu rutina diaria y aliviar tu mente. El doctor Carlos Fernández Newball explica que la mejor forma de evitar un impacto mayor en nuestro cuerpo es teniendo hábitos saludables, que incluyan actividad física y una alimentación balanceada.
Ejercitarse
Al mover nuestro cuerpo bajan los niveles de cortisol, la hormona responsable del estrés, y se liberan la dopamina y serotonina, conocidas como las hormonas de la felicidad. Si no lo haces a diario, entonces comienza poco a poco. Primero camina o trota.
Incluso puedes montar bicicleta o practicar algún deporte. Hasta pasear a tu mascota o subir las escaleras de tu edificio serán aliados si quieres que el estrés se vaya de tu vida.
Relajarse
Las prácticas como el yoga, la meditación y el taichí están muy de moda y es por una razón: la vertiginosa rutina que llevamos. Atrévete y apúntate en una clase con una amiga; seguramente conseguirás un momento de relajación.
Recordemos que en estas disciplinas benefician tu cuerpo y tu mente. También opta en esos días llenos de tensión disfrutar de un masaje: es regalo que te mereces.
Tener paz
Busca una actividad relajante, que puedas hacer en tu hogar. Los especialistas recomiendan escuchar música suave, leer y sobre todo dormir. El descanso ideal debe ser de al menos ocho horas.
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Aunque te parezca imposible lograrlo, saca una media hora de tu agenda y bríndate ese momento de paz para reconciliarte con tu esencia. Evita ver películas llena de emociones fuertes, pues lograrán el efecto contrario.
Comer saludable
Debes ayudar a tu organismo a estar relajado. La alimentación juega un papel fundamental en este aspecto, pues mientras mejores nutrientes le aportes mejor te sentirás. Si a diario consumes comida con alto contenido grasoso y calórico, tu cuerpo debe trabajar el doble para cumplir sus funciones.
En este ámbito, si estás viviendo momentos de mucho estrés lo que menos debes hacer es refugiarte en el alcohol, el cigarrillo y el exceso de cafeína.
