Las gaseosas o “refrescos” son las bebidas dulces más populares de todo el mundo. Pero, a pesar de su delicioso sabor, este tipo de bebidas, si son consumidas en exceso, pueden ser perjudiciales para la salud, en especial, para el funcionamiento del corazón.
Diversas investigaciones han demostrado que beber una lata de refresco es consumir alrededor de ocho cucharadas de azúcar refinada. Claramente, esto no ayudará nunca a mantenerte en un peso ideal y que no aparezca la temida celulitis en algunas zonas de tu cuerpo, entre otros males.
Aquí les presentamos 5 razones de peso para dejar de beber gaseosas inmediatamente:
Problemas de riñones
Los refrescos contienen niveles altos de ácido fosfórico que se han asociado con cálculos renales y otros problemas de los riñones. Es mucho más probable que desarrolles cálculos renales si eres un hombre, blanco con mucho sobrepeso.
Produce asma
El benzoato de sodio que contienen las bebidas gaseosas es un preservativo, incrementa el sodio general de la dieta y reduce nuestra habilidad de absorber el potasio. Algunas reacciones al benzoato incluyen urticaria recurrente, asma y eczema.
Obesidad
La relación entre la obesidad y las gaseosas es tan estrecha que los médicos calculan que por cada refresco consumido, la probabilidad de desarrollar obesidad incrementa 2.6 veces. El 70% de las enfermedades cardiovasculares son causadas por la obesidad. EL 42% del cáncer de colon y de mama es diagnosticado en individuos obesos. El 30% de operaciones de la vesícula biliar están relacionadas a la obesidad.
Daños al corazón
La mayoría de las gaseosas contienen jarabe de maíz alto en fructuosa, un endulzante que recientemente ha enfrentado muchas críticas. El jarabe de maíz alto en fructuosa se ha relacionado con un riesgo más alto de síndrome metabólico, una condición que se ha asociado con un riesgo más alto de sufrir diabetes y enfermedades cardíacas. En 2015, más de una en cada 4 muertes fue causada por enfermedades cardíacas.
Problemas para quedar embarazada
Las latas de refrescos tienen una cubierta de resina que contiene (Bisfenil-A), el mismo químico utilizado en botellas para bebé de plástico, botellas de agua y contenedores de plástico que arruinan el sistema endocrinológico y reproductivo en hombre y las mujeres, potencialmente causan anormalidades reproductivas, baja fertilidad en las mujeres y cáncer.