La familia también decepciona
Normalmente cuando nos enojamos nos intentan tranquilizar de inmediato y nos obligan a que se disipe el sentimiento. Como si tuviera algo de malo sentirse molesto con alguien.
Sentir irritación o hartazgo hacia otras personas es normal; guardarlo no. Es importante lidiar con esa emoción de frente, y saber trabajarla. Porque cuando pretendemos olvidarla así por arte de magia terminamos generando un rencor.
No importa que sea la familia, no es faltarle al respeto enojarse con alguien. Sí como lo canalizamos, pero no querer dar unos pasos lejos para tratar de calmarnos, y evaluar cómo nos sentimos.
Nadie puede minimizar tus sentimientos
Ya sean nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros abuelos, tíos, primos….. al final son seres humanos que pueden cometer errores y herirnos con ellos. No por tener cierta jerarquía o papel en tu vida, eres inmune a sentirte lastimada por sus acciones o por la omisión de las mismas.
Está bien alejarte para poder sentirte bien contigo misma, y entender por qué eso te está molestando tanto. Nadie puede hacerte sentir mal por defender tu salud mental.
Siempre debe existir el respeto a otras personas, pero hemos aprendido que estar molesto es una falta a éste mismo, cuando no hay nada más falso. Es mucho peor guardar esos tóxicos sentimientos.
Que nadie minimice tus emociones porque terminarás olvidándolo por siempre pensar en otros, antes que en ti mismo.