Es bastante común que, luego de ciertos fías de haber comprado algunas rebanadas de jamón, abras el refrigerador y te encuentras con este delicioso ingrediente de un sándwich perfecto baboso.
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Para muchos un remedio a este problema es lavarlo para sí poderlo comer, sin embargo para otros simplemente es mejor deshacerse de este, pero ¿cuál de estas opciones es la correcta?
La razón por la que el jamón se pone baboso
Lo primero que debes entender es que esta condición que adquiere el jamón tiene una razón de ser. De acuerdo al Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), se trata de bacterias ácido lácticas que crecen por el contenido de carbohidratos de estos alimentos y el alto grado de humedad, reseña el portal Salud180.
Según los expertos, estas bacterias pertenecen a los lactobacilo que, en bajas concentraciones, no son dañinas, pero sí producen un olor y sabor ácido.
Pese a esta afirmación, los especialistas recalcan que no es recomendable consumir este alimento en este estado, ya que, lavarlo no implica que el jamón no se encuentre en un estado de descomposición, lo cual, lógicamente, puede enfermarte.
En este sentido, lo que debes hacer es tomar en cuenta el tiempo de duración de un jamón, la cantidad y frecuencia con la que lo consumes y cuánto compras. Si comprendes estos factores evitarás que tu comida se dañe.
Lo recomendable es que este tipo de alimentos se consuma lo antes posible, ya que tiene una duración aproximada de 3 días. En conclusión, si te encuentras con un jamón baboso: ¡No lo comas!
Te mostramos en video: