La explosión de sensaciones que produce un orgasmo puede transformarse en un trance. Así lo revelo un estudio realizado por Socioaffective Neurosciende & Psychology.
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Llegar a ese punto máximo de estimulación sexual pueden tener como consecuencia que el cerebro desconecte todos los sentidos, y solo se enfoqué en el orgasmo.
La investigación asegura que de esta manera la persona entra en un estado de trance. Asimismo, se olvide de absolutamente todo y disfruta el momento. Es decir, no existiría ningún otro escenario más que su coito del momento.
Adam Straffon, un neurocientífico de la Universidad de Northwestern, en Estados Unidos, tiene la teoría que hacer el amor no solo produce lazos emocionales y placer. También se entra en un estado de alteración de la consciencia.
Dicho trance provocado por los orgasmos intensos altera la mente de quien lo experimente. Straffon asegura que llegar a ese punto depende de qué tan excitada esté la persona.
El placer en el sexo llega al cerebro con neuroquímicos y midiendo la cantidad de estos se puede saber la intensidad del orgasmo. Así lo reveló el investigador a Psicology Today.
Los neuroquímicos cuando son intensos liberan una hormona llamada dopamina, esta hace que la única actividad neurosensorial sea el placer.