Los cumpleaños son más divertidos cuando eres niña pero a medida que creces, se convierten en un recordatorio de que estás envejeciendo. Parece que cada año que pasa, tiene un significado frente a la sociedad que alimenta nuestras inseguridades y ansiedades sobre el futuro porque «ya estás en edad de…».
Ahora, cumplir 30 años no es cualquier cosa y los años previos a estos se pueden volver una pesadilla. Hay muchos mitos y dichos en torno al llamado «tercer piso»: ya tienes que estar casada, con hijos, con un trabajo estable, viajes por el mundo y una cuenta bancaria prometedora. La realidad es que, muy pocas personas están tan calificadas como para pasar a los 30 con todo lo que la sociedad espera. ¿Realmente importa? Cada quien vive su vida a su modo y como pueda.
Lo que sí deberíamos hacer todos los que estamos cerca de las tres décadas (o ya en ellas) es tomar en cuenta que la vida está llena de lecciones que nos ayudarán a seguir adelante con la frente en alto y los sueños a tope. Aquí algunas de ellas:
Aprecia los retos
Esta es una de las lecciones más grandes que puedes aprender. Cuando la vida te pone retos, lo primero en lo que piensas es que busca verte caer…pero no es así. En la vida debemos enfrentar todo tipo de dificultades para crecer y fortalecernos. Nadie está exento de ello. Lo mejor, es ver esas dificultades como desafíos a superar. Recuerda que lo mejor está del otro la tempestad y no lo verás hasta que no luches por atravesarla. No cierres los ojos. Mira a tu alrededor y ve las oportunidades que trae cada reto.
Abraza tu autenticidad
Por alguna razón nos empeñamos tanto en encajar que olvidamos quienes somos. Luchamos tanto por seguir un modelo impuesto por la sociedad que dejamos de ver nuestro valor. Nos convertimos en algo que no somos y eso nos crea ansiedad e inseguridad. No tienes que ser la copia de nadie ni ser como otros dicen que debes ser. Eres hermosa con tus defectos y virtudes. Recuerda que es bueno ser diferente y que no hay tal cosa como «normal». Con tu autenticidad puedes aportar y crear algo nuevo para los demás. Encuentra tu fortaleza en lo que te hace diferente.
Deja ir a las personas que no están felices por ti
A veces nos cuesta dejar ir a las personas porque nos da miedo estar solos pero es importante para tu salud mental alejar todo aquello que es tóxico. Cuando las personas no están contentas con sus vidas, tienden a sentir envidia de los demás. Si esto te sucede con tus amigos, déjalos ir. No contamines tu energía con quienes se alegran de tus tropiezos en vez de con tus logros. Hay personas que se sienten intimidadas por alguien que vive como ellas quisieran. En este punto de la vida importa más la calidad que la cantidad.
Cuida tu salud mental
No permitas que tu mente se contamine con pensamientos negativos. No sabotees tus sueños y no permitas que el estrés te agote. Entiende tu mente y abraza tus emociones. Es extremadamente difícil crear la vida que deseas si dejas que tus inseguridades dominen tu mente. Deja de creer que tienes la culpa de todo y que no mereces amor. Cuando te sientas abrumada, recuerda que pedir ayuda no es de débiles. Tu salud mental es tan importante como tu salud física.
Sé honesta acerca de tus sentimientos
Nuestros sentimientos son mensajeros sobre lo que está sucediendo en nuestro interior. No busques reprimirlos, es momento de liberarte de ataduras. La gente tiene miedo de sentir. Hacen todo lo posible para evitar ponerse en contacto con sus sentimientos, pero esto lleva a una vida sin paz interior. Los sentimientos son tan poderosos que nos informan si estamos en el camino correcto, qué queremos cuando debemos decir que no, o qué debemos enfrentar para dejar de lado cualquier patrón negativo.
Escucha tu intuición
Tu intuición no miente. Todos lo sabemos, pero por alguna razón, probamos para ver qué sucede si actuamos contra nuestra intuición. La mente racional es útil para resolver problemas matemáticos específicos pero cuando se trata de las decisiones de la vida real, la intuición es la herramienta que nos guía con el alma.
No tomes decisiones basadas en los demás
Todos somos muy influenciables de algún modo, creemos que debemos seguir lo que otros dicen porque «seguro tienen más razón». Nadie más sabe mejor que tú lo que es mejor para ti. Cada quien tiene sus propias experiencias y lo que es bueno para unos, quizá no lo es para ti y viceversa. Está bien seguir tu corazón, puedes seguir consejos pero no dejes que otros bloqueen tu paso.
No necesitas la validación de nadie más
Somos seres sociales y tener amigos es importante. Sin embargo, no debes permitir que otros intergieran con lo que tú eres y en lo que crees. Cuando vives en base a lo que los demás opinan de ti, haces de lado tus valores y principios, provocándote ansiedad ante hacer en lo que no crees. No dejes que otros decidan lo que eres.
No trates de salvar o cambiar a otros
Queremos que nuestras personas más queridas sean felices como lo somos nosotros, pero esa es su elección. No podemos obligarlos a hacer algo para lo que no están listos y abiertos. Cada uno tiene sus propias batallas y curva de crecimiento y aprendizaje. No podemos presionar a otros para que hagan algo si ellos no quieren. Al hacerlo, solo nos agotamos y dañamos la relación con ellos. Suena egoísta pero no eres responsable de nadie más que de ti.
Aprende a estar sola y conócete a ti misma
No necesitas de nadie que te complete porque eres un ser completo por ti misma. No te obsesiones con tener compañía. Aprende a estar sola, a encontrar momentos para ti y tus pensamientos. La soledad que puede ser aterradora pero también empoderadora y sanadora. Cuando aprendes a estar sola, aprendes a vivir con los demás y contigo misma y esa es la lección más importante que puedes aprender.