Cuando alguien está atravesando por una depresión, su vida entera se ve hecha pedazos. No importa cuánto intentes hacer que vea el lado positivo de las cosas, simplemente no es tan fácil salir de ahí porque no es un estado de ánimo momentáneo.
PUBLICIDAD
La depresión es un monstruo que no sólo afecta a quien la padece, sino a quien lo rodea y si tienes algún familiar cercano, sabrás lo que se siente. ¿Qué hacer al respecto?
Entendimiento
Entender de qué trata la enfermedad y cuales son sus síntomas es el primer punto para saber cómo tratar a esa persona.
Si bien la depresión es una enfermedad mental grave, a menudo olvidamos que requiere del apoyo de un profesional de la salud mental. Todos nos hemos sentido tristes en algún momento pero eventualmente lo superamos y seguimos adelante lo mejor posible. Pero con la depresión, ponerse de pie y seguir se siente más como una tortura: te falta el aire, te sientes en un espiral infinito de dolor y el alma pesa tanto como un bloque de plomo.
Lo peor es que a veces uno vive con una depresión oculta, es decir que puede seguir caminando, hablando y sonriendo al exterior pero al interior, está completamente roto. Esto provoca que sea un tanto confuso el nivel que maneja la persona deprimida y si corre algún riesgo mayor.
No te culpes
Tu apoyo es muy importante pero al final, es tu familiar quien debe ayudarse a salir adelante. Es decir, no eres culpable de lo que le ocurre, eres un factor importante en este proceso pero no es tu responsabilidad. No realices tareas que le corresponda hacer a él o ella. Tampoco tomes sus acciones como algo personal o en tu contra. Recuerda que su pesimismo, irritabilidad, apatía y tristeza salen de su control. Necesitas paciencia y entendimiento o terminarás agotada.
No busques hablar todo el tiempo de problemas
La persona deprimida ya está muy preocupada por todos los problemas que hay a su alrededor. Aunque es lógico que quieras hablar de sus emociones o percepciones, no puedes enfocarte sólo en dejar que se desahoge y hable de todo lo malo. Los problemas no tienen que ser el único tema de conversación entre ustedes. Trata de incluirlo en otros temas y actividades que ayuden a que ambos respiren.
PUBLICIDAD
No sobreprotejas
Dale a entender que estarás con él o ella pase lo que pase pero no dejes que asuma que estarás ahí 24/7. No dejes que te absorba ni intentes sobreproteger a tu familiar porque a la larga puede ser perjudicial.
Pide ayuda profesional
Hacer que una persona con depresión vaya a una terapia no es fácil ya que puede negarse o verse escéptico a recibir tratamiento. Muchas veces no tienen acceso a atención de salud mental o lo evitan por miedo a ser considerados «locos» o «débiles». Quizás incluso lo han hecho antes y han tenido malas experiencias. Habla con tu familiar y hazle ver que no es tan malo pedir ayuda que al contrario, es de valientes hacerlo.
Evita hablar durante las reuniones familiares o cuando estén peleando. Acércate a ellos con empatía. Podrías decir algo como «Sé que esto es realmente difícil para ti, pero te estoy hablando de esto porque te amo. Si no me importaras, no tendríamos esta charla «.