Las parejas tóxicas
Es muy común hablar de parejas tóxicas. Y cuando se habla siempre hay un villano en la historia, la persona que suele ser quien controla,o es más dominante dentro de la misma.
Pero, ¿quién es el tóxico? Esa persona que juega con los sentimientos, o aquella que lo sabe y aún así lo permite. La respuesta no va a satisfacer a muchos, pero es simplemente una realidad: Los dos.
Los dos son quienes permiten que esa dinámica continúe. Uno por ser egoísta, y marcar la pauta sin considerar los sentimientos del otro. Mientras que por otra parte, tenemos a aquel que se niega a moverse aunque sabe está siendo herido.
No se trata de villanos o víctimas. Si hay personas más desconsideradas, y unas menos. Pero ese no es el caso. ¿Lo peor? A todos nos toca estar en ambos puestos. Para muchas personas nosotros somos los malvados de sus historias, mientras que en otros somos quienes sufren más.
Cuando nos toca llorarle a alguien, es difícil saber que nosotros mismos somos tóxicos adrede. Nos quedamos por amor, por cariño, por la esperanza que todo vaya a cambiar.
A veces funciona, otras solamente es un camino sinfín. Es difícil que el corazón escuche a la razón, pero cuando nuestro amor propio es quien está en peligro debemos poner un alto.
Las relaciones tóxicas funcionan por dos, y cualquiera puede ponerle un alto a ese sufrimiento.