Si en los últimos días has sentido que todo te está saliendo mal, perdida o que no eres suficiente debes saber algo: la vida puede ser realmente difícil pero es tu propia mente la que provoca que sientas que tu mundo se desmorona.
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Está bien sentirte triste y que nada de lo qué haces te llena. Está bien no estar feliz todo el tiempo y ser una luz que ilumina el camino por donde pasas. Pero lo que no está bien es dejar que todo eso te consuma y te haga creer que eres un muerto viviente sin nada por lo cual sentirte bien.
En primer lugar, eres suficiente. No es mentira cuando dicen que alimentar tu mente con pensamientos positivos atraerá cosas positivas así que saca de ahí todo aquello que te hace creer que todo está mal. No dejes que tus demonios internos opaquen tu brillo. Cada vez que te rodeas de negatividad, tu cerebro piensa que así es como eres.
Cuando sientas que tu mundo se desmorona, piensa en todos los buenos momentos que has pasado y también en que has sobrevivido a situaciones complicadas que han forjado tu persona. No sabotees todo lo que has logrado.
Deja de compararte con otros, hacerlo es una forma de autodestrucción que se convierte en un ciclo vicioso. Porque una vez que empiezas a hacerlo, te encuentras anhelando lo que no te corresponde y asumes que lo que tienes no vale nada. No dejes que tu mente se llene con esos pensamientos, no es productivo y te lleva a fijar objetivos basados en lo que otros hacen y no en lo que realmente quieres.
Aquí va otra cruda verdad verdad: vivir buscando aprobación de los demás mata. Mata tu creatividad, mata tu brillo y mata tu ser. Mientras intentamos día tras día hacer siempre lo correcto, decir lo correcto y ser lo correcto, olvidamos la única aprobación que cuenta: la propia. Esperar a que los demás aprueben lo que haces y cómo lo haces es una tortura y eso también te desmorona lentamente.
Deja de pensar que necesitas de los demás para completarte o para llenar los huecos que hay en tu interior. Las películas y cuentos nos han dicho que todos estamos destinados a encontrarnos con una «media naranja» que completará lo que nos hace falta pero esto es una falsedad. Las expectativas que formamos ante esto pueden provocar una gran ansiedad y crear muchas decepciones. Es cuando una se cuestiona: ¿y si he dejado ir mi única oportunidad de ser feliz? ¿Por qué mi pareja no cumple mis necesidades emocionales? ¿Por qué aún no he encontrado a mi «otra mitad»?…y eso también te desmorona lentamente.
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Eres un ser completo por ti misma, incluso cuando sientes que te caes en pedazos, como un rompecabezas. Puedes romperte, eres humana pero también puedes volver a juntar las piezas de nuevo por ti misma. Lo importante es que quieras estar completa de nuevo. Tienes que querer volver a estar completa, creer que tu mundo está completo porque has luchado por ello.
Y si sientes que te estás quedando atrás mientras otros logran grandes cosas recuerda que todos tenemos diferentes viajes y eso es algo maravilloso y emocionante porque si no lo hiciéramos, no tendríamos de quién aprender ni a quién transmitirle lo que sabemos. No tienes que hacer ni lograr lo mismo que otros, cada quién va a su ritmo; haz lo que te hace feliz, no lo que la sociedad te ha dicho que te hará feliz.
Puede que todavía no hayas conseguido el trabajo de tus sueños o que no hayas construido un emporio como lo hizo tu compañera de la secundaria ¡pero qué más da! Es tu vida y debes recorrerla a tu manera. Sí, sé que parece que todos son mejores que tú pero no es así, sólo son diferentes. Has logrado grandes cosas y debes enfocarte en lo positivo, aprender de los errores y levantarte siempre que te sientas por los suelos. No minimices lo que has logrado, créete lo buena que eres. Todavía tienes mucho que ofrecer. Agradece lo que tienes y sé feliz a tu manera. Vales mucho más de lo que crees.