Muchas parejas consideran que el único instante en el que se deben tocar y acariciar es durante el acto sexual y no podrían estar más equivocados. El contacto físico constante en la pareja no solo influye en el bienestar físico de ambos sino en el psicológico, afianzando aún más el vínculo entre los dos.
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Cada vez que rozas a tu pareja “se activan una serie de mecanismos fisiológicos que contribuyen a nuestro bienestar emocional. Disminuye la producción de cortisol (relacionada al estrés), aumenta la producción de oxitocina (relacionada con el afecto), disminuye la presión sanguínea y fortalece el sistema inmune”, explican en el portal Psicólogos concienciarte.
Tocarse el uno al otro es tan poderoso, que de acuerdo al psicólogo Matthew Herstenstein, de DePauw University, “los humanos tenemos una habilidad innata de identificar las emociones solo tocando al otro”, por lo que es fundamental el contacto físico para comprenderse.
Beneficios del contacto físico con tu pareja
- Las caricias reducen el estrés.
- Te hacen sentir querida y comprendida.
- Aumenta tu autoestima porque percibes que tu pareja te valora.
- Eleva el nivel de serotonina, la hormona del bienestar.
- Disminuyen los sentimientos de ira y soledad.
- Fortalecen la seguridad y la comunicación en la pareja.
- Aumenta la resistencia a los conflictos, asegura la especialista Laura Guerrero de la Arizona State University.
- Propicia interacciones más positivas con tu pareja.
- Suaviza y reconforta a la pareja en los peores momentos.
- Intensifica el vínculo amoroso.