En las relaciones interpersonales es inevitable que existan momentos de tensión o diferencias, sobre todo en las parejas. Por muy calmada que sea una persona, llegará algún día donde experimentará un grado de agitación por desacuerdo o enojo. Pero es nuestra responsabilidad de qué manera lo manejamos.
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Empecemos por definir la inteligencia emocional. Se trata de “la capacidad de identificar y manejar sus propias emociones y las emociones de los demás”. Esto quiere decir que al tenerla podrás manejar una discusión de forma positiva.
Si una persona tiene una inteligencia emocional baja, tendrá incapacidad para mantener la paciencia durante una pelea. Lo que va a ocasionar que el conflicto sea mayor. Si por el contrario su inteligencia emocional es alta, conduce a menos conflictos y estar calmado bajo presión.
En medio de una discusión, debemos aprender a controlar cómo reaccionamos. Sigue estos 5 consejos y conoce cómo mantener la calma.
1. Respira profundo
Aunque no lo creas, la capacidad de permanecer relajado durante un conflicto depende de su capacidad para destensar el cuerpo. La respiración superficial es la respuesta innata del cuerpo cuando se enfrenta con el estrés. Anulando esta respuesta natural y practicando la respiración profunda, ayudará al organismo a permanecer tranquilo.
2. Ponle atención a tu cuerpo
Si te enfocas en alguna sensación física que surja en una discusión, le permites cambiarla conscientemente. Cuando su enfoque cambia al cuerpo, puede sentir la tensión, respiración superficial, etc., que acompaña al estrés.
3. Escucha con atención
Es imposible calmar una discusión sin escuchar de forma atenta y activa. Una persona iniciará una disputa o algún otro tipo de conflicto si siente que no está siendo escuchada.
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4. Mantén la voz baja
Si tu intención es escalar el conflicto, eleva la voz. Si en caso contrario deseas acabar con él, una de las formas más fáciles de bajar la guardia es reducir la voz. Esto también está relacionado con la presión arterial. Cuando la presión de la sangre alcanza cierto punto, se hace más difícil entender lo que se está comunicando.
5. No toda discusión debe terminar en acuerdo
No todos los conflictos terminarán en un acuerdo, pero puedes evitar profundizar el conflicto con un cortés «no más» en la conversación.