Científicos de la Universidad Estatal de Framingham aseguran que comer grasa acelera el metabolismo
Hay principios básicos que rigen las dietas desde hace décadas. Sin embargo, una investigación de la Universidad Estatal de Framingham podría acabar con ellos, al descubrir que la ingesta de alimentos ricos en grasas logra acelerar el metabolismo.
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El revolucionario estudio fue encabezado por un endocrinólogo de la Facultad de Medicina de Harvard, David S Ludwig, quien explicó a The New York Times sus conclusiones: “Reducir los alimentos con azúcar añadida, harina y otros carbohidratos refinados podría ayudar a las personas a mantener la pérdida de peso al aumentar su metabolismo cuando ya tienen un peso corporal menor”.
Hallazgo
Este descubrimiento genera polémica entre científicos, pues se enfrenta a las creencias más arraigadas del tratamiento de la obesidad. Para el Decano de la Facultad Friedman de Ciencia y Política Nutricional de la Universidad Tufts es sorprendente el hallazgo, que se basa en los cambios que ocurren cuando una persona disminuye de talla y como pueden mantener su peso ideal.
“Este estudio confirma que, sorprendentemente, las dietas ricas en almidones y azúcares cambian la velocidad con la que el cuerpo quema calorías después de que alguien baja de peso, lo que hace que el metabolismo se vuelva más lento”, dijo Dariush Mozaffarian al prestigioso medio estadounidense.
La clave
David S Ludwig indicó que 164 participantes se sometieron a distintos regímenes de comida, pero fue el grupo que recibió cerca de 250 calorías adicionales, con consumo reducido de carbohidratos, los que perdieron hasta nueve kilos.
“Las personas que secretaban mayores niveles de insulina tenían un mejor desempeño con la dieta reducida en carbohidratos, pues quemaban 400 calorías extra al día”, explicó el investigador.
Polémica
Duramente cinco meses los científicos registraron meticulosamente los valores de los participantes, a quienes proporcionaron comidas y meriendas diarias para determinar cómo se comportaba su organismo.
Ante los cuestionamientos sobre los resultados, Ludwing argumentó que los descubrimientos no cuestionan la importancia del consumo de frutas enteras, leguminosas y otros carbohidratos no procesados. Aunque advierte que estos desaceleran el metabolismo “de una manera que tal vez afecta el mantenimiento de la pérdida de peso a largo plazo”.